Este lunes, día en que el fallecido líder Fidel Castro cumpliría 92 años, La Habana inicio el proceso de consulta popular de tres meses de la nueva Constitución del país, en el que unos diez millones de ciudadanos están llamados a formular propuestas sobre el proyecto.
La Habana. Cuba dio inicio esta semana un debate público sobre temas que van desde el unipartidismo y el socialismo "irrevocable" hasta la desigualdad, los derechos de la comunidad gay, la propiedad privada y la reestructuración del Gobierno, en momentos en que el país busca reemplazar su Constitución de la Guerra Fría.
Una revisión propuesta por el Partido Comunista a la Carta Magna de 1976 se discutirá en 35.000 centros de trabajo y reuniones comunitarias hasta noviembre, luego de su reciente aprobación por diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento).
Una vez que concluyan los debates, el Parlamento aprobará un nuevo borrador que será sometido a un referendo a principios del próximo año.
El proyecto de Constitución que circula en la isla refleja en parte los cambios ocurridos en la sociedad cubana desde el colapso de su entonces benefactor, la Unión Soviética, y también modifica en parte el modo en que la nación funcionará en un futuro.
A continuación, puntos básicos de cómo la nueva versión transformaría a Cuba, cuán abierto es el proceso y qué significa para los inversionistas.
Comunismo. La nueva versión mantiene al Partido Comunista (único) como la "fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado", y conserva el carácter "irrevocable" del socialismo. Sin embargo, elimina la referencia que está en la actual Carta Magna sobre un avance hacia la sociedad comunista y otra prohibición del uso de la propiedad privada para explotar el trabajo de otros.
Socialismo. La nueva propuesta refuerza el dominio del Estado sobre los medios de producción y la tierra, así como el papel de la planificación centralizada. Por primera vez hay un reconocimiento al mercado como una ley económica objetiva, aunque puede ser revocada por voluntad del Gobierno.
Gobierno. Se incluye la propuesta del cargo de Primer Ministro designado a nivel nacional para supervisar las gestiones diarias del Gobierno, en particular la economía estatal.
Regiones. Las actuales Asambleas Provinciales anunciadas en abril tras la Asamblea Nacional (Parlamento) serán eliminadas en el nuevo texto y reemplazadas por un gobernador y vicegobernador designado. El gobernador encabezará un consejo provincial integrado por líderes municipales.
Municipios. Los mandatos para las gestiones de los delegados a nivel de barrio, para las asambleas municipales, se extenderán hasta 5 años desde un período actual de dos años y medio. El cargo de alcalde se agrega al del presidente de la asamblea municipal.
Negocio privado e inversión extranjera. Las empresas privadas y las cooperativas no agrícolas se incluyen por primera vez en el nuevo texto como actores económicos legítimos. Y los emprendimientos conjuntos, así como otras formas de inversión extranjera, pasan de ser secundarios a "importantes" o "fundamentales". Al mismo tiempo, el Gobierno prohíbe la "concentración" de la propiedad privada entre los ciudadanos.
Derechos LGBT. Todas las prohibiciones que existían sobre la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género quedan eliminadas. Y añade una cláusula en cuanto al matrimonio al decir que ahora puede ser entre "personas", en comparación a la de 1976 que dice que "el matrimonio es la unión voluntariamente concertada entre un hombre y una mujer".
Derechos legales. Eres inocente hasta que se pruebe lo contrario y las personas tendrán derecho a un habeas corpus, según la nueva propuesta. Por primera vez, los cubanos podrían demandar al Estado por daños y negligencia. Sin embargo, el sistema judicial con jueces designados por el Estado no ha cambiado. Los abogados siguen siendo empleados estatales.
Proceso. Opositores al Gobierno critican el proyecto de Constitución y lo describen como un "fraude", mientras sostienen que las propuestas se llevarán a cabo con pocos cambios sustanciales. Cuestionan si los cubanos serán libres de expresarse sobre el unipartidismo y las diferencias entre el capitalismo y el socialismo en un país donde el debate público es considerado un tabú.
Conclusiones. Las propuestas no reducen el riesgo ni modifican las reglas para hacer negocios en Cuba, pero legitiman aún más la inversión extranjera, un nuevo paso hacia una economía mixta y una sociedad más moderna, dijeron empresarios y diplomáticos extranjeros.
Funcionarios cubanos sostienen que los cambios en la estructura gubernamental apuntan a mejorar los diálogos entre los cubanos a nivel de barrio y la administración de la economía estatal.