"Estoy encantado de saber que el diálogo (del Gobierno de Caracas) con la oposición se reiniciará mañana (miércoles) en República Dominicana", indicó Jean-Yves Le Drian en un comunicado difundido este martes luego de un encuentro en París con su par venezolano, Jorge Arreaza Montserrat.
París. Representantes del Gobierno venezolano y de la oposición mantendrán una ronda de conversaciones en República Dominicana el miércoles, dijo el ministro de Relaciones Exteriores francés, quien advirtió que las autoridades de Caracas se arriesgan a ser sancionadas por la Unión Europea si no participan.
Venezuela se ha visto convulsionada por una serie de manifestaciones contra el Gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro, acusado por sus detractores de hundir al país caribeño en su peor crisis económica e imponer una dictadura.
"Estoy encantado de saber que el diálogo (del Gobierno de Caracas) con la oposición se reiniciará mañana (miércoles) en República Dominicana", indicó Jean-Yves Le Drian en un comunicado difundido este martes luego de un encuentro en París con su par venezolano, Jorge Arreaza Montserrat.
El canciller francés señaló que la reunión sería bajo el auspicio del presidente dominicano, Danilo Medina, y el ex primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero.
"Este (diálogo) es una buena noticia y espero que lleve rápidamente a medidas concretas", dijo Le Drian, quien advirtió además que si la situación continúa sin avances habría consecuencias.
"Le dije que Francia está muy preocupada por la situación política, económica y humanitaria en Venezuela (...) Le recordé del riesgo de sanciones europeas y la necesidad de ver rápidamente evidencia de que Venezuela está lista para relanzar las negociaciones con la oposición y participar de un proceso creíble y sincero", agregó el canciller sobre la reunión con Arreaza.
Maduro suele instar al diálogo con la oposición, pero sus adversarios creen que esas conversaciones son una maniobra para mejorar la imagen del Gobierno sin producir ningún resultado concreto.
Un proceso de diálogo respaldado por el Vaticano en 2016 logró pocos avances sobre las demandas de la oposición, que incluyen la liberación de presos políticos y el respeto del Congreso liderado por los opositores. Muchos críticos de Maduro creen que los líderes de la oposición fueron embaucados, y se han generado resquemores sobre la intermediación de Zapatero.