El líder opositor Juan Guaidó quiere volver a Caracas y el presidente Nicolás Maduro amenaza con detenerlo. Expertos comparan la batalla por el poder en el país con un legendario combate de boxeo.
Caracas. Histórico combate "Rumble in the Jungle" (Pelea en la jungla). Kinsasa, 30 de octubre de 1974. 30 grados de temperatura y 90% de humedad ambiental. El defensor del título mundial de pesos pesados y máximo favorito, George Foreman, lanza ganchos y golpea una y otra vez a su contrincante, el anterior campeón, Muhammad Ali.
El considerado como mejor boxeador de todos los tiempos recibe directo tras directo, se tambalea, se levanta después como una mariposa y pica como una abeja. En el octavo asalto, Muhammad Ali, la leyenda del boxeo, noquea a Foreman para júbilo de los 100.00 espectadores que abarrotan el estadio y festejan con frenesí la victoria de su favorito.
"La lucha de poder entre Guaidó y Maduro es igual que el más grande combate de boxeo de todos los tiempos”, dice el politólogo venezolano Luis Salamanca. Es una batalla de desgaste, un maniobrar estratégico en medio de un ambiente explosivo, un combate con roles claramente diferenciados.
Pero ¿quién es Ali y quién es Foreman? "Por supuesto, Juan Guaidó es Ali", ríe Salamanca. "Por su parte, Maduro es como George Foreman, que era un gigante de fuerza avasalladora, pero también era un poco torpe”.
"La lucha de poder en Venezuela es de largo recorrido y no se sabe qué asalto será el final", continúa el politólogo. "Y siempre puede suceder que un golpe con el que nadie contaba sea el decisivo". La ventaja de Guaidó es que, al igual que Muhammad Ali en Kinsasa, el autoproclamado presidente interino tiene de su lado a la mayor parte de la población.
Primer asalto: Juan Guaidó contraataca.
Guaidó quiere volver esta semana a Caracas, tras una escala en Brasil y un encuentro con el presidente Bolsonaro. "No he asumido esta responsabilidad para llevarla a cabo fuera de Venezuela”, dijo Guaidó, refiriéndose a su presidencia interina.
A través de la emisora colombiana Radio Caracol envió el mensaje de que su detención desencadenaría en la propia Venezuela y en el extranjero una reacción "sin precedentes”.
Para Luis Salamanca, Guaidó es un "fenómeno”: "Nicolás Maduro se fue a la cama a principios de enero y, a la mañana siguiente, cuando se despertó, ahí estaba de repente Guaidó. Como de la nada”. Según Salamanca, Guaidó superó durante las pasadas semanas su bautismo de fuego como presidente interino: "Es el hombre adecuado, en el momento justo, en el sitio apropiado”.
¿Y si este hombre adecuado para Venezuela acaba finalmente en la cárcel cuando regrese a Caracas? "Hay errores pequeños, medianos y enormes. Si el Gobierno detiene a Guaidó cometería un gran error, porque actualmente es una figura política mundial”, asegura Salamanca.
Asalto 2: Nicolás Maduro ataca
Maduro ha amenazado a Guaidó con tomar medidas penales si regresa a Caracas. "Sencillamente, no puede ir y venir, la Justicia le ha prohibido abandonar el país", dijo Maduro a la emisora estadounidense ABC.
Guaidó se saltó la prohibición de salir de Venezuela y apareció en el concierto benéfico que se celebró en la ciudad colombiana de Cúcuta el pasado viernes. Según el jurista Jesús Ollarves, de la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas, "el Gobierno de Nicolás Maduro ahora mismo solo puede perder”.
"Sea encarcelado o no Guaidó, el conflicto va a recrudecerse”, vaticina Ollarves. Pero, sobre todo, Ollarves está convencido de que, si Guaidó es detenido, habrá más deserciones entre los militares, la clave en la lucha de poder venezolana. "Podría incluso suponer la gota que colma el vaso, porque eso podría obligar a los militares a cambiarse de bando y llevar al Gobierno de Maduro a su caída”.
Asalto 3: ¿El combate decisivo?
El siguiente asalto (y, según Olivares, quizá el último) en la lucha de poder en Venezuela está anunciado. El enfrentamiento verbal previo a la vuelta de Guaidó a Venezuela recuerda fatalmente a las escaramuzas verbales que se produjeron antes del planeado ingreso de la ayuda humanitaria el pasado sábado.
Maduro se impuso ese día, ya que ordenó bloquear las fronteras y ningún convoy de ayuda pudo ingresar al país, pero los disparos contra su propio pueblo convirtieron al mismo tiempo a Maduro en el perdedor.
La reputación de Guaidó como salvador de Venezuela también sufrió daños aquel día. Muchos venezolanos que se acercaron expresamente a Cúcuta criticaron que Guaidó apareció solo brevemente ante las cámaras y después dejó a los voluntarios solos.
"En cualquier caso, Juan Guaidó debe regresar rápidamente a Caracas, pues sin su presencia existe siempre el peligro de que se resquebraje la unidad de la oposición”, dice Geoff Ramsey, del think tank"Advocacy for Human Rights in the Americas", con sede en Washington.
Ramsey supone que Guaidó será encarcelado, aunque sea solo temporalmente: "Muy probablemente Maduro lo encarcelará, aunque solo sea para demostrar su poder”.
Ramsey señala la fuerte presión interna que sufre el Gobierno de Maduro. A ello habría que añadir las sanciones de la comunidad internacional, que "seguirán estrangulando al Gobierno de Venezuela”, dice el analista, "aunque poco más se pueden elevar las sanciones”.
Según Ramsey, Guaidó, por su parte, tratará de acercarse a la población chavista: "Su estrategia será la de dar más zanahorias que palos. Es decir, una oferta de diálogo a los chavistas, que podrían jugar un papel en un posible Gobierno de transición”, concluye el analista.