Mike Pompeo tiene previsto iniciar este jueves las conversaciones con aliados en en Europa, Oriente Próximo y Asia, para presionar a Irán para detener sus programas nucleares y de misiles.
Washington. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, iniciará este jueves en conversaciones con aliados en Europa, Oriente Próximo y Asia para intentar persuadirlos de presionar a Irán para detener sus programas nucleares y de misiles, dijeron altos cargos de Estados Unidos.
La pregunta abierta es si los aliados, y sobre todo Irán, estarán de acuerdo en reanudar conversaciones habiendo visto a Estados Unidos retirarse del acuerdo nuclear de 2015 con Teherán e incumplir sus promesas bajo el histórico acuerdo de control de armas.
Estados Unidos espera que Irán acuda a la mesa de negociaciones por la reanudación de las sanciones impuestas por su país -y posiblemente la imposición de más-, que penalizarían a compañías europeas y otras y probablemente perjudicarían a la economía iraní, impulsada por el petróleo.
Un responsable de alto nivel del Departamento de Estado dijo que había habido ya conversaciones con Gran Bretaña, Francia y Alemania, al igual que Japón, Irak e Israel, sobre los próximos pasos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retirara este martes del acuerdo nuclear.
"Habrá un esfuerzo por llegar globalmente y hablar con nuestros socios alrededor del mundo que comparten nuestros intereses. Esa es la primera etapa", dijo el alto cargo sobre los planes de conversaciones por parte de Pompeo y su principal negociador sobre Irán, Brian Hook.
Las conversaciones se enfocarán en cómo elevar la presión sobre Irán "de manera que sea constructiva y conduzca a llevarlos a la mesa de negociación", agregó.
La decisión de Trump abre la puerta para una mayor confrontación de Washington con Teherán y tensa las relaciones con los aliados más cercanos de Estados Unidos, dijeron diplomáticos actuales y pasados.
Washington ha dado períodos de gracia de 90 días a seis meses para que las compañías abandonen su comercio con Irán. Algunos aliados, como Francia, buscarán excepciones de las sanciones estadounidenses para proteger a sus empresas.