La adhesión a la huelga fue mayor que la paralización de 24 horas realizada el pasado jueves y en la calle no se veía casi ningún colectivo, constató Efe.
Río de Janeiro. Los conductores de autobús de Río de Janeiro comenzaron este lunes una huelga de 48 horas, en demanda de mejoras salariales, que dejó a decenas de miles de personas sin transporte y causó grandes trastornos en la segunda mayor ciudad de Brasil.
La adhesión a la huelga fue mayor que la paralización de 24 horas realizada el pasado jueves y en la calle no se veía casi ningún colectivo, constató Efe.
Según la Secretaría Municipal de Transportes, el 10% de los autobuses de la ciudad estaba operando, por lo que fueron reforzados los servicios de metro y de tren de cercanías.
La huelga comenzó a medianoche de este lunes y se prolongará 48 horas, hasta la medianoche del próximo jueves, anunciaron los conductores.
La mayoría de los 6 millones de habitantes de Río de Janeiro depende de los autobuses para llegar al trabajo, puesto que las redes de metro y de tren son limitadas y no cubren gran parte de la ciudad.
En algunos puntos de la ciudad brasileña, donde no hay alternativa de tráfico, se registraban grandes aglomeraciones de personas a la espera de algún tipo de transporte.
Los conductores reivindican un aumento salarial del 40% y han rechazado un acuerdo alcanzado por el sindicato que los representa, que acordaron un incremento del 10% con los propietarios de las empresas de autobuses.
En la huelga realizada el jueves de la semana pasada, los piquetes causaron daños en los cristales, chapa y neumáticos de cerca de 460 autobuses.