Cerca de 3 mil personas se reunieron en la principal vía de Sao Paulo, según estimaciones de la policía local, exigiendo que la tarifa del autobús, que la semana pasada subió de US$1,15 a US$1,34, sea reducida o totalmente eliminada.
Sao Paulo. La policía brasileña lanzó gases lacrimógenos para dispersar este viernes a cientos de personas que protestaban contra un aumento de la tarifa del transporte público en Sao Paulo, la ciudad más grande del país, generando temores de más disturbios después de que una manifestación similar se volvió violenta la semana pasada.
Cerca de 3.000 personas se reunieron este viernes en la principal vía de Sao Paulo, según estimaciones de la policía local, exigiendo que la tarifa del autobús, que la semana pasada subió desde 3 reales a 3,50 reales (US$1,15 a US$1,34), sea reducida o totalmente eliminada.
La marcha del viernes fue la segunda manifestación de este mes de liderada por el Movimiento Tarifa Gratuita, un grupo activista que exige transporte público gratuito para todos. Una manifestación la semana pasada resultó en decenas de arrestos después de que algunas personas rompieron las ventanas de un banco e iniciaron fogatas.
La policía lanzó gas lacrimógeno el viernes, después de que un grupo de manifestantes lanzó fuegos artificiales contra los agentes del orden afuera del ayuntamiento de la ciudad de Sao Paulo. Al menos una persona ha sido arrestada hasta el momento, dijo una portavoz de la policía.
La última vez que las grandes ciudades intentaron subir las tarifas, en un rango de entre un 7% a un 10% a mediados del 2013, los estudiantes y otros activistas lideraron protestas que convocaron a más de un millón de personas en todo el país.
Las marchas generaron una fuerte caída en los índices de aprobación de la presidenta Dilma Roussefff, quien presionó a los alcaldes para que revirtieran las alzas de los pasajes.