La negociación interempresa, que permite a gremios de diferentes contratistas unir fuerzas y reduciría las barreras a la creación de sindicatos en pequeñas empresas, fue rechazada con votos del partido Democracia Cristiana (DC).
Santiago. El Senado chileno dio el visto bueno la noche del jueves a una controvertida reforma laboral impulsada por el Gobierno, pero una división en el oficialismo amenaza con retrasar la aprobación definitiva del proyecto.
La negociación interempresa, que permite a gremios de diferentes contratistas unir fuerzas y reduciría las barreras a la creación de sindicatos en pequeñas empresas, fue rechazada con votos del partido Democracia Cristiana (DC).
El Gobierno decidió a inicios de mes incluir ajustes a la normativa legal pese a no contar con el pleno apoyo de toda la coalición oficialista, y en especial de la DC.
Esto llevaría a una comisión mixta parte del articulado de la reforma clave prometida por la presidenta socialista Michelle Bachelet, lo que retrasaría su sanción final.
Sin embargo, los senadores aprobaron algunos otros puntos polémicos de la ley como "adecuaciones necesarias" en caso de huelgas y la extensión de beneficios contractuales.
La próxima semana, la Cámara de Diputados tendrá que votar si refrenda las modificaciones o si se envía el proyecto a una comisión mixta de legisladores.