Dilma Rousseff, la primera mujer presidente de Brasil, se presentará este lunes 29m de agosto antes los 81 senadores para defenderse, pero sus oponentes están seguros de que tienen más de los 54 votos que necesitan para removerla.
Brasilia. El Senado de Brasil abrirá el jueves el juicio político contra la suspendida presidenta Dilma Rousseff y escuchará a los testigos a favor y en contra de la líder izquierdista, que se espera sea removida del cargo la próxima semana por acusaciones de haber violado las leyes de presupuesto del país.
Rousseff, la primera mujer presidente de Brasil, se presentará el lunes antes los 81 senadores para defenderse, pero sus oponentes están seguros de que tienen más de los 54 votos que necesitan para removerla.
La votación final, prevista para la noche del martes o la madrugada del miércoles, confirmaría a su vicepresidente, Michel Temer, como el nuevo líder brasileño durante el resto de su período hasta el 2018, lo que podría fin a los 13 años en el poder del Partido de los Trabajadores (PT).
Una encuesta publicada el jueves por el diario O Globo mostró que 51 senadores planean votar para remover a Rousseff, mientras que sólo 19 la apoyarán y 11 están indecisos.
El Gobierno de Temer sostuvo reuniones de último minuto con senadores y partidos políticos para reforzar los votos en contra de Rousseff, que ha negado haber cometido algún delito y describe los esfuerzos para sacarla del poder como un "golpe de Estado".
Los asesores de Temer dijeron que esperan que al menos 60 senadores voten en contra de Rousseff.
Si la destitución de Rousseff lo confirma en la presidencia, Temer enfrentará la tarea de sacar a la mayor economía de América Latina de su peor recesión desde la Gran Depresión y reducir un déficit presupuestario que supera el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Rousseff está acusada de haber realizado gastos sin la aprobación del Congreso y de haber manipulado las cuentas del Gobierno para ocultar la magnitud del déficit en el período previo a su reelección en el 2014.
Los mercados financieros han repuntado por las perspectivas de un Gobierno más favorable a sus intereses, y la moneda local se ha fortalecido cerca de un 30 por ciento frente al dólar en lo que va del año.
Aún así, los inversores y los miembros de la frágil coalición de Temer están preocupados de que él aún no ha revelado las medidas para reducir el déficit.
Un borrador de presupuesto para el próximo año no se espera en el Congreso hasta el 31 de agosto, luego de la votación en el Senado, cuando Temer espera contar con una mayor fuerza política que le permita conseguir la aprobación unas impopulares medidas de austeridad.
El equipo de Temer ha tratado de acelerar el juicio político para que pueda comenzar a restaurar la confianza en la economía alguna vez en auge y eliminar de una vez cualquier duda sobre su legitimidad a la cabeza del país.