La norma fue aprobada en la Cámara Alta tras casi diez horas de discusión con 17 votos a favor y 14 en contra.

Montevideo. El Senado de Uruguay dio este martes media sanción a la despenalización del aborto en las primeras doce semanas de gestación, encaminando al país sudamericano a ser uno de los primeros de la región que permita interrumpir el embarazo con el solo consentimiento de la mujer.

La norma fue aprobada en la Cámara alta tras casi diez horas de discusión con 17 votos a favor y 14 en contra, con los legisladores opositores resistiéndose al proyecto de ley, salvo el nacionalista Jorge Saravia, ex integrante del oficialista Frente Amplio.

"No podemos ser negligentes con relación a las responsabilidades que como Estado tenemos para tratar de que estas cosas sucedan con la mayor información, y eso implica libertad de decisión", dijo la senadora socialista Mónica Xavier, del gobernante Frente Amplio, en su alegato a favor.

El proyecto establece que toda mujer mayor de edad tiene derecho a interrumpir su embarazo en las primeras doce semanas de gestación, salvo en aquellos casos de violación, riesgo de vida o malformaciones fetales graves, donde no existen plazos.

Solo podrán ejercer este derecho quienes acrediten su residencia en el país por al menos 24 semanas.

"Se trata de no arrogarnos nosotros la conciencia moral de decir que quien culmina su embarazo y tiene a su hijo está bien, y la que por equis razón no lo puede hacer, está mal. Nosotros no somos censores morales, somos legisladores", agregó Xavier, impulsora del proyecto, que deberá ser tratado por la Cámara Diputados a partir de febrero tras el receso parlamentario.

Los opositores a la normativa argumentaron que la vida comienza en el momento de la concepción y que la ley discrimina al padre por carecer de derechos en la decisión del aborto.

"El embrión, aun el de pocos días, no es parte del cuerpo de la mujer. Es un ser distinto. (...) Algunos argumentan el derecho de la mujer a elegir. Para otros, ese derecho no es superior a la vida del embrión", dijo el senador colorado y médico Alfredo Solari.

Respecto al relego del hombre, el legislador preguntó: "¿Cómo se puede establecer por ley que la interrupción del embarazo puede ser por la sola voluntad de la mujer? ¿Y el hombre? (...) Este proyecto de ley discrimina en contra del progenitor masculino".

En los alrededores del Congreso, grupos a favor y en contra se manifestaban mientras los legisladores debatían.

El aborto fue penalizado en Uruguay en 1938 y solo se reduce o exime del castigo en casos de violación, resguardo del honor, causas graves de salud o angustia económica, determinación que queda a cargo de cada juez.

Uruguay no registra muertes por aborto desde 2007, de acuerdo con el Ministerio de Salud Pública, tras la difusión del uso de misoprostol, un medicamento para prevenir úlceras gástricas que al introducirse por la vagina interrumpe el embarazo.

El pequeño país sudamericano, de 3,4 millones de habitantes, tiene una tasa de abortos en torno a 44 por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 45 años, de acuerdo con un informe de la oposición que cita "las estimaciones más confiables".

La anterior legislatura había aprobado en 2008 una ley que despenalizaba el aborto, pero el entonces presidente socialista Tabaré Vázquez, médico de profesión, la vetó argumentando que la vida humana existe desde la gestación.

La actual legislatura, también con mayoría del oficialismo en ambas cámaras, cuenta con el aval del presidente José Mujica, quien ha dicho que en caso de aprobarse promulgará la ley.

Uruguay, un país de larga tradición liberal, tiene separados desde comienzos del siglo XX el Estado de la Iglesia Católica.