"Me sorprendí y decepcioné extremadamente cuando oí que 18.000 millones de dólares en nuevos estudios y honorarios fueron agregados en horas de la madrugada por la comisión de conferencia", dijo el senador de Massachusetts Scott Brown.
Washington. Los esfuerzos del presidente estadounidense Barack Obama para ganar la aprobación final de un histórico proyecto de reforma de las regulaciones financieras parecieron complicarse el sábado después de que un senador republicano amenazó con oponerse.
"Me sorprendí y decepcioné extremadamente cuando oí que US$18.000 millones en nuevos estudios y honorarios fueron agregados en horas de la madrugada por la comisión de conferencia", dijo el senador de Massachusetts Scott Brown.
El legislador hizo estas declaraciones después de que los negociadores del Senado y la Cámara de Representantes salieron el viernes por la mañana de una sesión maratónica, con un compromiso final sobre un proyecto que produciría la modificación de las normas financieras más amplia desde la década de 1930.
La legislación establecería un nuevo organismo de regulación financiera del consumo, crearía un protocolo para desmantelar firmas financieras con dificultades y ordenaría mayores estándares de capitalización de los bancos.
Todo eso, como parte de un esfuerzo para evitar que se repita la crisis del crédito del 2007 al 2009, que castigó a la economía y provocó rescates de grandes firmas con dinero de los contribuyentes.
En mayo, Brown fue el único de cuatro republicanos que votaron a favor del paquete de reforma de las regulaciones financieras del Senado, que fue aprobado por 59-39 en una decisión en la que dos miembros no votaron.
Antes de esa votación, los demócratas tuvieron que superar una maniobra de procedimiento de parte de los republicanos que apuntaba a vencer el proyecto, y lo hicieron por el mínimo margen posible, de 60-40.
El posible abandono del proyecto por parte de Brown incrementa la probabilidad de que los republicanos tengan éxito con su maniobra de procedimiento esta vez, a menos que los líderes demócratas puedan encontrar otro voto.
Los demócratas controlan 57 escaños en el Senado y los republicanos 41. Dos independientes suelen votar junto con los demócratas. Se precisan 60 votos para poner fin a una de esas maniobras de procedimiento.
"Si bien todavía tengo que revisar los detalles del proyecto, esas cláusulas no estaban en la versión del Senado que yo apoyé antes (...) he dicho varias veces que no puedo apoyar ningún proyecto que aumente impuestos", dijo Brown.