La senadora de la UDI defendió su opinión acerca de que las parejas gay no deberían adoptar, apoyada en un estudio que sostiene los hijos de padres del mismo sexo son emocionalmente y laboralmente más inestables.
“Lo que está demostrado es que lo óptimo para un niño es tener una figura paterna y una materna que tengan una relación estable para poder desarrollarse emocional y sicológicamente bien”, afirmó la senadora de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, al reiterar su posición contraria a que las parejas del mismo sexo adopten hijos.
La legisladora recalcó que existe un estudio Mark Regnerus, de la Universidad de Texas, bastante amplio y, a su juicio, con gran asidero científico, aplicado en adultos que fueron criados por parejas homosexuales que comprueba que éstos mayoritariamente no tienen las herramientas emocionales necesarias para enfrentarse al mundo como sí las entrega una familia heterosexual.
“Plantea que porcentualmente las parejas homosexuales tienen mucho mayores niveles de inestabilidad, tienen mucho mayores niveles de violencia, y se ha visto, además, que los niños que viven con parejas homosexuales también tienen mayores niveles de ansiedad, de inestabilidad laboral cuando son adultos y de una serie de otros factores que llevan a pensar que es mejor que vivan con un referente materno y paterno tradicional”, señaló a La Tecera.
Según la parlamentaria gremialista bajo ese prisma una pareja gay no reuniría los requisitos ni las capacidades para adoptar, visión opuesta totalmente a lo que aluden “la mayoría de los estudios a los cuales hace alusión el Movilh y los movimientos de lesbianas, que tienen que ver con la opinión de los padres homosexuales en relación a los niños, no con la experiencia de esos niños una vez adultos”.
Van Rysselberghe insistió en que lo que está demostrado es que lo óptimo para un niño es tener una figura paterna y una materna que tengan una relación estable para poder desarrollarse emocional y sicológicamente bien.
“Siento que cuando eso no se da y una mamá cría sola a su hijo, lo puede sacar estupendamente bien adelante, pero es más difícil, tiene que hacer mayores esfuerzos. Si un niño perdió a sus papás, lo ideal es tratar de restablecer lo óptimo, sobre todo si hay listas de espera de parejas que cumplen esas características”.
Requerida en cuanto a si esta posición acentúa la línea conservadora de la UDI, la senadora recalcó que “para nada. Lo raro sería que porque hay mayoría en el Congreso, porque uno pudiera pensar que vamos a perder una votación o que los medios de comunicación apuntan hacia otro lado, uno cambiará de opinión. No tengo ningún problema en ser oposición y ser minoría. Pero no estoy dispuesta a ser intrascendente no diciendo lo que pienso”.
Presidenciables. Durante la entrevista la legisladora gremialista también fue consultada por una eventual opción presidencial en 2017, planteamiento al que respondió que no está en sus planes y que prefiere fortalecer su gestión en el Congreso.
“Encuentro súper bueno que la UDI tenga diversos liderazgos potentes, porque más allá de si finalmente estos participarán de alguna carrera presidencial, el tener liderazgos potentes en la UDI benefician. Ahora, en relación al tema presidencial, no está dentro de mis planes y, en lo personal, me encantaría que fuera Juan Antonio Coloma”, confidenció.
Fundamentó su preferencia en que “él tiene mucho sentido político” y “representa completamente los ideales que encarna la sociedad en la cual a mí me gustaría vivir. Y creo que lo haría estupendamente bien como presidente”, concluyó.