El senador Patricio Martínez, integrante de la Comisión de Defensa Nacional, dijo que su bancada está dispuesta a modificar la ley, pero no mediante amenazas, pues deslegitima que éstas “sean la voz del pueblo”.
Ciudad de México. Senadores del grupo parlamentario del PRI acusan que recibieron amenazas, intimidaciones y acoso mediante llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes en redes sociales de personas que, en su mayoría no se identificaron, para que no aprobaran la Ley de Seguridad Interior.
“Estuvieron haciendo carrusel telefónico, llamando a nuestras oficinas, amenazándonos de que si nosotros votábamos esa ley a favor, que nos iban a exhibir, que nos iban a hacer escarnio y que no podíamos votar esa ley”, dijo a Excélsior el senador Patricio Martínez.
El legislador, integrante de la Comisión de Defensa Nacional, dijo que su bancada está dispuesta a modificarla, pero no mediante amenazas, pues deslegitima que éstas “sean la voz del pueblo”.
“Lo que estaban usando es la razón de la fuerza para impedir que legisláramos, hoy están usando la fuerza de la razón. La fuerza de la razón hay que llevarla al tribunal y ya si la Corte dice que tiene mal un párrafo, un artículo o que está mal en sus bases, regresaremos y haremos, si es necesario, en un periodo extraordinario los cambios que la Corte nos diga”, señaló.
El colectivo que forman organizaciones en contra de la ley, #SeguridadSinGuerra, abrió en su página de internet un apartado para exhortar a la sociedad a enviar correos electrónicos a los senadores, y evitar que la ley fuera aprobada; luego se canalizaron al presidente Peña Nieto para que la vetara. Hasta ayer se registraron 36 mil 251 correos.
Narce Santibañez, del Centro ProDH, que forma parte del colectivo, dijo a este diario que incitaron a la población en desacuerdo con la ley a hacer peticiones directas a los legisladores, no amenazas.
Por su parte, el senador Jesús Casillas señaló que también recibió mensajes vía Twitter en los que le solicitaban no aprobar la ley, “algunos de manera respetuosa, pero otros en tonos ofensivos y agresivos”.
“Cuando entraba y revisaba las cuentas eran cuentas fantasma, con uno o dos seguidores, lo que quiere decir que tampoco fue así como si se desbocara la ciudadanía en torno a la oposición, fue algo marginal”, expuso.
El senador Patricio Martínez dijo que deslegitima que las expresiones de rechazo no fueron una demanda promovida por la ciudadanía, sino acciones articuladas por un grupo menor de inconformes.