Se investiga el desvío de US$43 millones para pagar la línea editorial de diarios sensacionalistas que apoyaron la reelección del ex presidente durante el año 2000. Por este caso afronta una sentencia de, al menos, ocho años.

Lima. La sentencia por el caso del presunto desvío de fondos para la campaña electoral del año 2000, atribuido al ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000), se emitirá antes de fin de año y será condenatoria, según lo anunciado por el procurador anticorrupción, Christian Salas. "Está acreditado que Fujimori ordenó y tenía pleno conocimiento de este desvío de recursos", dijo.

El ex presidente, de 75 años, es procesado por el desvío de US$43 millones de las Fuerzas Armadas y del gobierno para pagar la línea editorial de diarios sensacionalistas, conocidos en Perú como "chicha", que apoyaron su reelección durante el año 2000.

Las partidas de fondos fueron depositadas en cuentas del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), dirigido en la sombra por el ex asesor Vladimiro Montesinos, según han declarado los testigos del caso y de acuerdo con otro proceso en el cual se sentenció a Montesinos, ex jefes militares y los ex directores de los diarios por el mismo suceso.

"Los testigos sostienen que el ex asesor manejaba de facto una partida para gastos secretos, de la cual le daba cuenta de manera personal a Fujimori", agregó el procurador.

Salas explicó que Montesinos "actuaba por orden de Fujimori en la revisión de los titulares de los 'diarios chica' y en la implementación del aula tres en el Servicio de Inteligencia Nacional para la campaña presidencial".

El propio abogado de Fujimori, William Salas, ha reconocido que el delito de desvío de fondos está probado, pero que en el proceso se tiene que demostrar que el ex presidente tenía conocimiento y que había autorizado los hechos.

El procurador anticorrupción opinó que "habrá una sentencia condenatoria" porque "se está corroborando su responsabilidad penal" y "antes de fin de año, terminará el proceso".

Fujimori cumple una condena de 25 años de cárcel por abusos a los derechos humanos, además de otras menores por cargos de corrupción, y por este caso afronta una sentencia de ocho años pedida por la Fiscalía.

El ex mandatario ha sufrido varios problemas de salud durante el proceso y este sábado fue dado de alta de una clínica de Lima después de sufrir una isquemia cerebral durante la semana pasada.