Se espera que sus candidatos sean elegidos en una votación en la que participarán 1.200 delegados que asisten al congreso fundacional del partido en Bogotá.
¿Cómo será la participación política de las Farc? Es la pregunta que más de uno quiere resolver luego de que este domingo instalaron su congreso político. Por lo pronto, lo único claro es que el nuevo partido que constituyan tiene garantizado, —desde que se aprobó el Acto Legislativo 03 de 2017—, cinco curules en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes, durante los próximos dos períodos constitucionales (2018-2022 y 2022-2026). Y en ambos casos serán adicionales a los que establece la Constitución para ambas corporaciones. (Vea: "El Acuerdo de Paz, a paso lento")
Pero lo que no está aún definido, y que será uno de los puntos que deberán quedar saldados en el congreso constitutivo de dicho partido, que se realiza desde el pasado domingo en Bogotá y que culminará el viernes, es quiénes integrarán las listas de las Farc para, eventualmente, ocupar los espacios políticos que se pactaron en el Acuerdo de Paz.
Hay que tener en cuenta que la lista de las Farc a Senado, propia o en coalición, se enfrentará en igualdad de condiciones en las elecciones de Congreso frente a los demás partidos que ya están constituidos en el espectro político. Es decir, los ciudadanos deberán votar por sus candidatos y se deberá aplicar la cifra repartidora para asignar curules.
De acuerdo con el acto legislativo para la reincorporación política de las Farc, en caso de que no obtengan por votos esas cinco curules, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dará cuenta de lo que les falta y se las otorgará. Ahora, en caso de que la votación por el nuevo partido, una vez aplicada la fórmula de la cifra repartidora, sea mayor y se traduzca en más curules, éstas serán asignadas y descontadas de las 100 curules de circunscripción nacional que tiene el Senado por Constitución.
Por el lado de la Cámara, serán hasta cinco curules que también serán adicionales a las ya determinadas. De igual forma, el CNE, en caso de que no se obtengan los votos necesarios, deberá asignar como mínimo esos cinco escaños que quedaron pactados en La Habana. (Puede leer: "El incierto paso de las Farc a la política")
¿Pero quiénes integrarán estas listas? Los rumores apuntan a que las cabezas serán Iván Márquez, para el Senado, y Pablo Catatumbo, para la Cámara, lo que, por supuesto, ha generado críticas por parte de la oposición, que consideran que estarán ocupando cargos de elección popular sin haber saldado sus deudas con la justicia. Por otro lado, otros defienden que el hecho de que se acojan a la Justicia Especial para la Paz (JEP) es una garantía para las preocupaciones expresadas. También han sonado los nombres de Victoria Sandino, Pastor Alape y Carlos Antonio Lozada.
Sin embargo, el asunto sigue siendo incierto. De hecho, está previsto que las listas que presente el nuevo partido de las Farc en las elecciones legislativas de 2018 serán escogidas mediante votación de los 1.200 delegados (entre exguerrilleros, milicianos y miembros de Partido Comunista Clandestino Colombiano) que asisten actualmente al congreso constitutivo que se realiza en el centro de convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada. La elección será verificada por una comisión escrutadora.
Es ahí donde se perfilan algunos líderes que cuentan con gran aceptación dentro de las filas de la otrora guerrilla armada. Y, por supuesto, no se puede descartar los que ya gozan de un reconocimiento en la organización y hacen parte del Estado Central de las Farc. Sin duda, en este sentido, se espera conocer el liderazgo político de varias mujeres de las Farc. Sobre todo luego de que Iván Márquez, durante su discurso de instalación del congreso, el pasado domingo, señalará que serán “un partido antipatriarcal”. (Lea: "Arranca congreso político de las Farc")
Lo que se percibe es que, contrario a lo que se podría pensar y en cambio sí sucede con otros partidos que presentan listas cerradas a Senado y Cámara, los nombres que conformen las listas de las Farc no serían elegidos a dedo por los jefes de la organización, sino que saldrán luego de intensos debates y consensos.