"Mas allá de las diferencias con el 'macrismo', lo que importa es que haya un cambio", dijo a Reuters Roberto Lavagna, ex ministro de Economía y uno de los principales asesores de Massa.
Buenos Aires. Representantes del peronismo disidente, encabezado por el diputado Sergio Massa, se acercaron este miércoles al candidato opositor Mauricio Macri, una señal que podría resultar clave de cara al balotaje presidencial de noviembre contra el oficialismo en Argentina.
Si bien el peronista oficialista Daniel Scioli se impuso en los comicios del domingo, obtuvo un porcentaje de votos inferior al previsto que resultó insuficiente para consagrarse presidente automáticamente, lo que abrió las puertas a una reñida segunda ronda con la centroderecha de Macri.
Scioli, del Frente para la Victoria que gobierna el país desde hace 12 años, alcanzó el 36,9% de los sufragios y Macri -de la coalición Cambiemos- el 34,3%, por lo que el 21,3% de los votos que logró Massa es el botín más deseado ahora por los dos contendientes en carrera.
"Mas allá de las diferencias con el 'macrismo', lo que importa es que haya un cambio", dijo a Reuters Roberto Lavagna, ex ministro de Economía y uno de los principales asesores de Massa.
"Es importante tener en claro las características de ese cambio. En todo caso es no votar al Frente para la Victoria", dijo a periodistas antes de una reunión del Frente Renovador, la alianza encabezada por Massa, para definir la estrategia ante el primer balotaje presidencial en la historia de Argentina.
El partido de Massa difundió en la tarde del miércoles un documento en el que planteó propuestas de políticas públicas más cercanas al programa de Gobierno de Macri que al de Scioli, como eliminar impuestos a la exportación de maíz y trigo y bajar los de soja y luchar contra la corrupción en el Estado.
"La Argentina termina una etapa política. Nosotros sabemos que empieza a partir del 10 de diciembre una nueva etapa. (...) Un 65% votó por el cambio", dijo tras la lectura del texto Massa, quien no entregó un apoyo explícito a Macri. "Somos conscientes que no somos los dueños de la voluntad de la gente", añadió.
Fuentes explicaron que muchos votantes peronistas del Frente Renovador posiblemente se inclinen por Scioli, por lo que Massa no quiere decepcionarlos apoyando abiertamente a Macri, el candidato favorito de los mercados.
La gestión de la presidenta de centroizquierda Cristina Fernández -y antes de su difunto marido, Néstor Kirchner- ha aliviado la pobreza y mejorado diversos indicadores sociales, pero también ha asfixiado a algunos sectores de la economía con trabas comerciales.
"Las diferencias que tenemos con el oficialismo están a la vista (...) Este Gobierno se emborrachó de poder", dijo el socio de Massa y gobernador de la provincia de Córdoba, José Manuel De la Sota, antes del encuentro del peronismo opositor.
En busca del votante peronista. El resultado del domingo pasado, en que el oficialismo perdió un baluarte histórico como la provincia de Buenos Aires, generó algunas disidencias internas que se hicieron públicas.
Scioli, un ex empresario con más llegada a los mercados que la presidenta Fernández, siempre fue visto con desconfianza por los seguidores más duros del kirchnerismo, que temen que una vez en el poder abandone políticas emblema de los últimos años como la gestión estatal de la petrolera YPF o los subsidios a la pobreza.
Una fuente del equipo de campaña de Scioli desmintió cortocircuitos dentro del peronismo oficialista.
Tras el pobre desempeño en la primera ronda electoral, el postulante oficialista ha salido en busca de los votantes independientes y del peronismo disidente que podría acercarlo a una victoria.
"Tengo 9 millones de votos que tengo que defender y tengo 2 millones más que tengo que seducir (...) interpretando a ese votante del Frente Renovador que fue en búsqueda de lo que sentía que nosotros no le podíamos dar, y yo voy a trabajar para eso", dijo Scioli el miércoles a un canal de televisión local.