El metro y las líneas de buses cerraron en Brasilia y manifestantes bloquearon vías en Sao Paulo y Río de Janeiro.
Río de Janeiro. Los sindicatos brasileños protestaron este viernes contra el presidente Michel Temer, con el objetivo de detener las impopulares reformas a las leyes de trabajo y de pensiones, que son el corazón de la agenda política del Gobierno.
El metro y las líneas de buses cerraron en Brasilia y manifestantes bloquearon vías en Sao Paulo y Río de Janeiro.
La nueva medida de fuerza parecía tener un impacto limitado y no derivó en los graves enfrentamientos de abril entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Temer, cuyo Gobierno cuenta con aprobación de apenas un dígito un año después de su inicio, ha resistido varios pedidos de renuncia luego de que ejecutivos de la principal empresa cárnica del mundo -JBS SA- lo acusaron de pedir millones de dólares en sobornos. El presidente fue acusado formalmente de corrupción esta semana.
Los sindicatos se oponen rotundamente al proyecto de reforma laboral de Temer, ya que reduce su poder en los lugares de trabajo al recortar sus mandatos y permitir que las compañías y los empleados negocien términos contractuales más libremente.
El proyecto oficial ya ha sido aprobado por la Cámara baja y pasaría al Senado en unas semanas.
Los organismos de representación de los empleados también critican la propuesta oficial de reforma al sistema de pensiones del país sudamericano, que haría que los brasileños tengan que trabajar por más tiempo antes de jubilarse.
Economistas e inversores consideran que la reforma previsional es la única manera de que Brasil acomode sus finanzas a largo plazo sin apelar a masivos aumentos de impuestos.