Las fuerzas de seguridad han detenido a unos 500 simpatizantes prodemocracia en todo Siria después de que el gobierno enviara a los tanques para tratar de aplastar las protestas en la ciudad de Deraa, dijo este martes la organización de derechos humanos siria Sawasiah.
Amán. Las fuerzas de seguridad han detenido a unos 500 simpatizantes prodemocracia en todo Siria después de que el gobierno enviara a los tanques para tratar de aplastar las protestas en la ciudad de Deraa, dijo este martes la organización de derechos humanos siria Sawasiah.
La organización independiente indicó que había recibido informaciones de que al menos 20 personas habían fallecido en Deraa desde que los tanques entraron el lunes, pero las comunicaciones con la población meridional, donde comenzaron las protestas contra el presidente Bashar el Asad el 18 de marzo, han estado interrumpidas, lo que dificulta la confirmación de la información.
"Algunos testigos consiguieron decirnos que al menos 20 civiles han fallecido en Deraa, pero no tenemos sus nombres y no podemos confirmar", dijo un responsable de Sawasiah, añadiendo que se había confirmado la muerte de dos civiles en el barrio de Duma en Damasco, donde también entraron las fuerzas del Gobierno.
Al menos 500 personas fueron detenidas en otros lugares de Siria, dijo.
Amnistía Internacional, citando fuentes en Deraa, dijo que al menos 23 personas fallecieron cuando los tanques atacaron la población en lo que calificó de una "reacción brutal a las demandas del pueblo".
"Al recurrir al uso de la artillería contra su propio pueblo hoy, el Gobierno sirio ha mostrado su determinación de aplastar las protestas pacíficas virtualmente a cualquier coste, sea cual sea el precio en vidas sirias", dijo Malcolm Smart, director de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el norte de África.
Las fuerzas del Gobierno también asaltaron los barrios de Duma y Muadhamiya, en Damasco, disparando y deteniendo a personas, un día después de que hicieran lo mismo en la población de Jabla, donde al menos fallecieron 13 civiles, según defensores de derechos humanos.
Diplomáticos dijeron que las cifras de civiles muertos podrían ser de hasta 50 en Deraa y 12 en Muadhamiya, que se sitúa en la carretera hacia los ocupados Altos del Golán, al suroeste de Damasco.
"El régimen ha elegido el uso de la violencia. Funcionó en 1982, pero no existe garantía de que vaya a funcionar de nuevo en la era de Internet y los teléfonos con cámara de fotos", dijo un destacado diplomático en referencia a la revuelta aplastada en la ciudad de Hana en la que murieron 30.000 personas.
Las imágenes colgadas en Internet por manifestantes en los últimos días parecen mostrar a tropas disparando contra multitudes desarmadas. En el suburbio de Barzeh de Damasco, los habitantes describieron cómo las fuerzas de seguridad disparaban a manifestantes desarmados con fuego pesado desde un camión.
Sanciones de EE.UU. La Casa Blanca, que deploró la "violencia brutal usada por el Gobierno de Siria contra su pueblo", dijo que el Gobierno de Barack Obama estaba considerando sanciones para dejar claro que "este comportamiento era inaceptable".
EE.UU. impuso sanciones a Siria en 2004 por su apoyo a grupos insurgentes. Varios altos cargos siros, entre ellos el primo de Asad Rami Makhlouf, un magnate, cuentan con sanciones específicas por "corrupción pública".
EE.UU. ordenó además a parte del personal no esencial de su embajada en Damasco que dejara Siria por la "incertidumbres y volatilidad" del país.
El destacado defensor de derechos humanos Suhair al-Atassi dijo que Asad ha lanzado una guerra salvaje para aniquilar a los demócratas sirios al atacar Deraa, Jabla y los suburbios de Damasco.
"Las intenciones de Asad han quedado claras desde que salió en público diciendo que está 'preparado para la guerra'", dijo Atassi, en referencia a un discurso ante el Parlamento el 30 de marzo.
Las fuerzas de seguridad y hombres armados leales a Asad han matado a más de 350 civiles en todo Siria desde que las protestas prodemocráticas estallaron en Deraa, según grupos de derechos humanos. Un tercio de las víctimas murieron por disparos en los últimos cuatro días conforme aumentaba el alcance de la revuelta contra Asad.