Rafael Cárdenas Vela, pariente de Osiel Cárdenas -el ex líder del brutal cártel del Golfo- dijo ser culpable de un cargo de conspiración para distribuir cocaína y más de media tonelada de marihuana.

Brownsville, Texas. El sobrino de un poderoso ex jefe de un cártel de la droga mexicano admitió este lunes haber participado en una conspiración de narcotráfico que se extendía a Estados Unidos.

Rafael Cárdenas Vela, de 38 años, se declaró culpable de un cargo de conspiración para distribuir cocaína y más de media tonelada de marihuana en una audiencia ante el juez de distrito estadounidense Andrew S. Hanen en Brownsville, Texas.

Cárdenas Vela es sobrino de Osiel Cárdenas, el ex líder del brutal cártel del Golfo, que fue extraditado a Estados Unidos en el 2007 y que ahora está cumpliendo una pena de presidio por 25 años.

La fiscal asistente estadounidense Jody Young dijo este lunes en la corte que Cárdenas Vela supervisó el tráfico de grandes cantidades de cocaína y marihuana a ciudades a lo largo de la frontera con Texas, a Houston y a varias otras células en todo Estados Unidos.

Autoridades mexicanas y estadounidenses están cooperando en esfuerzos para contener el narcotráfico y los crímenes transfronterizos desde México, donde cerca de 50.000 personas han sido asesinadas desde que el presidente Felipe Calderón desplegó a los militares para combatir a los cárteles tras su llegada el poder en el 2006.

Agentes de inmigración y aduanas detuvieron a Cárdenas Velas en octubre del 2011 durante una operación encubierta fuera de un rancho donde se estaba quedando al norte de Brownsville.

Las autoridades lo arrestaron junto a otras dos personas al detener su vehículo y posteriormente Cárdenas Vela admitió su identidad tras presentar un pasaporte mexicano falso, sostuvo Young.

Cárdenas Vela se escondía en el sur de Texas desde mayo del 2011, esperando evitar una confrontación con el ex brazo paramilitar del cártel del Golfo, los Zetas.

Ambas facciones se separaron a comienzos del 2010 y las batallas para recuperar el control de las rutas de contrabando se han extendido al noreste de México.

La acusación decía que Cárdenas Vela usó dinero recaudado con el tráfico de drogas para sobornar a oficiales de policía mexicanos y comprar vehículos a prueba de balas y armas para el combate del cártel del Golfo contra los Zetas.

La fiscalía recomendó que Cárdenas Vela reciba cerca de la sentencia mínima a cambio de que se declare culpable. El imputado enfrenta entre 10 años de cárcel y cadena perpetua y hasta US$10.000 millones en multas en una audiencia para dictar sentencia fijada para junio.