Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro, fueron acusados por un jurado federal en Manhattan de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos.
Nueva York. Dos sobrinos de la primera dama de Venezuela fueron hallados culpables el viernes en Estados Unidos de intentar cerrar un acuerdo multimillonario de narcotráfico para obtener una gran cantidad de efectivo que ayudara a su familia a mantenerse en el poder.
Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro, fueron acusados por un jurado federal en Manhattan de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos.
El caso ha representado una vergüenza para Maduro, en medio de una aguda crisis económica y política en la nación sudamericana. Es uno de varios procesos en los que fiscales estadounidenses han vinculado a individuos relacionados con el Gobierno venezolano con el narcotráfico.
Los acusados se arriesgan a una pena de cadena perpetua cuando sean sentenciados.
Flores de Freitas, de 31 años, y Campo Flores, de 30, fueron arrestados en Haití en noviembre de 2015 y trasladados a Estados Unidos tras una operación llevada a cabo por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Los fiscales dijeron que ambos hombres conspiraron para usar un hangar presidencial de un aeropuerto de Venezuela para enviar 800 kilogramos de cocaína a Honduras y luego transportarlos a Estados Unidos.
La fiscalía dijo que las grabaciones de las reuniones con dos informantes de la DEA mostraban que los sobrinos querían el dinero para contrarrestar los fondos que ellos creían que Estados Unidos entregaba a la oposición de Venezuela antes de las elecciones legislativas de diciembre del 2015.
El Partido Socialista de Maduro perdió su mayoría parlamentaria en la elección.
Los abogados defensores aseguraron que sus clientes nunca tuvieron intención de enviar drogas a Estados Unidos.
David Rody, abogado de Flores de Freitas, dijo el jueves al jurado que gran parte de la evidencia provino de un informante pagado de la DEA, quien se hizo pasar por un miembro de un cartel mexicano y posteriormente se declaró culpable de mentir al Gobierno para realizar operaciones de narcotráfico.
El informante, José Santos Peña, posteriormente testificó en el juicio bajo los términos de un acuerdo de cooperación con el Gobierno de Estados Unidos que lo habría ayudado a evitar una condena de prisión prolongada si entregaba un testimonio honesto.
Pero después de que los abogados de la defensa presentaron evidencia que dijeron que demostraba que mintió en el estrado y orquestó operaciones de narcotráfico desde prisión, los fiscales adoptaron la inusual medida de anunciar que desecharían el acuerdo de cooperación con Santos Peña.
"¿Por qué tenemos este espectáculo de un hombre mintiéndoles en la corte?", dijo Rody en su argumento final. "Yo creo que la razón es muy simple. Es porque ellos lo necesitan", agregó.