El Supremo Tribunal cuestionó la divulgación de una conversación entre Dilma Rousseff y Lula y decidió que la investigación sobre los supuestos vínculos del ex presidente Lula en la trama de corrupción de Petrobras, no volverá a manos del juez federal Sérgio Moro.

Por mayoría de seis votos contra dos, el Supremo Tribunal Federal de Brasil decidió este jueves que las investigaciones sobre los supuestos vínculos del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva con la trama de corrupción de la estatal Petrobras permanecerán bajo su tutela y no volverán a manos del juez federal de primera instancia Sérgio Moro (en la foto). La decisión es irreversible.

De esta forma, la alta corte avaló la decisión que había sido adoptada en forma individual por el relator del proceso, Teori Zavascki, quien cuestionó además la decisión de Moro de divulgar escuchas telefónicas entre Lula y la presidenta Dilma Rousseff y otros políticos con fueros. En todo caso, el presidente del Supremo, Ricardo Lewandowski, precisó que la corte puede decidir en una futura sesión devolver a Moro algunos de los procesos contra Lula.

También fue ratificada por los magistrados la resolución de Zavascki de decretar secreto de sumario a las escuchas. “Para el Poder Judicial, sobre todo para el Supremo Tribunal Federal, es importante que todo esto se realice con estricto cumplimiento de la Constitución Federal”, expresó Zavasky al cuestionar la divulgación de las escuchas. “Eventuales excesos que se puedan cometer, con la mejor de las intenciones de acelerar el desenlace de las investigaciones pueden arrojar justamente el resultado contrario”, agregó.

Posible búsqueda de ventajas. Las mencionadas grabaciones fueron divulgadas por el juez Moro el mismo día que la mandataria designó a Lula como ministro de la Presidencia, lo cual generó una inmensa polémica que echó más leña al fuego de la crisis política en que está sumergido el país. El nombramiento de Lula como ministro fue objeto de una andanada de medidas cautelares dictadas por jueces de primera instancia y sigue en suspenso, a la espera de una decisión del propio Supremo.

Uno de los diálogos sugiere la posibilidad de que la intención detrás de la investidura era conferirle a Lula el privilegio de los fueros y así librarlo de las manos de Moro, quien encabeza todos los procesos de la operación Lava Jato, que investiga los fraudes en Petrobras. Lula es objeto de dos investigaciones, en ambos casos por presunta corrupción, que comenzaron en tribunales de Sao Paulo y Curitiba, este último a cargo del juez Moro, y ahora pasarán a la órbita del Supremo.