A comienzos de mayo el Supremo Tribunal Federal suspendió de forma indefinida a Eduardo Cunha, acusado de obstruir una pesquisa por corrupción, semanas después de orquestar la aprobación del proceso de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
Brasilia. El suspendido presidente de la Cámara de Diputados de Brasil compareció este jueves ante una comisión de ética, un día después de lograr que un aliado fuera designado líder de la coalición del Gobierno en el Parlamento, lo que prueba que su influencia política sigue intacta.
A comienzos de mayo el Supremo Tribunal Federal suspendió de forma indefinida a Eduardo Cunha, acusado de obstruir una pesquisa por corrupción, semanas después de orquestar la aprobación del proceso de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
El Senado votó la semana pasada suspender a la mandataria y juzgarla por violar las leyes presupuestarias.
Sin embargo, varios partidos pequeños mantienen su apoyo a Cunha y su dominio de las complejas reglas parlamentarias hacen que siga siendo muy poderoso en el fragmentado Congreso, a tal punto que obligó al presidente interino del país a aceptar a su aliado André Moura como líder de la coalición.
Michel Temer prefería un candidato de consenso, pero el miércoles aceptó a Moura cuando quedó claro que 13 partidos secundarios, que suman 225 legisladores, cerraban filas en torno al aliado de Cunha, según dos asesores presidenciales que pidieron permanecer en el anonimato.
La concesión pone de manifiesto la compleja batalla que tendrá el equipo económico de Temer, más amistoso con los mercados, cuando intente aprobar en el Congreso reformas impopulares que intentan cerrar un gran déficit fiscal y restaurar la confianza de los inversores en la moribunda economía de Brasil.
Pese a su amplio respaldo en el Congreso, Moura es un portavoz controversial para el Gobierno interino.
El diputado tiene seis casos pendientes en el STF, que van desde malversación y conspiración criminal hasta acusaciones de intento de asesinato. Moura es investigado también en el gran caso de corrupción en la petrolera Petrobras.
La cercanía de Moura con Cunha devolvió a este último al primer plano de la actualidad en su regreso al Congreso para testificar ante una comisión que decidirá si le revoca de forma permanente su mandato como legislador.
Cunha está acusado de mentir en una investigación sobre cuentas no reveladas en bancos suizos.
Aunque Cunha fue suspendido del cargo, mantiene sus privilegios de legislador y usa la residencia, las oficinas y el avión del presidente de la Cámara.