En un comunicado, Temer defendió las reformas que su Gobierno quiere impulsar, que acabaron motivando la primera huelga general en Brasil tras 21 años.
El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró que las manifestaciones ocurridas en todo el país este viernes con motivo de la huelga general se produjeron "libremente" y "con la más amplia garantía al derecho de expresión", aunque lamentó los incidentes registrados en algunas ciudades.
En un comunicado, Temer defendió las reformas que su Gobierno quiere impulsar, que acabaron motivando la primera huelga general en Brasil tras 21 años.
"Desgraciadamente, pequeños grupos bloquearon carreteras y avenidas para impedir el derecho de ir y venir del ciudadano, que acabó imposibilitado de llegar a su local de trabajo o de transitar libremente. Hechos aislados de violencia también fueron registrados, con los lamentables y graves incidentes ocurridos en Río de Janeiro", escribió el mandatario.
Temer afirmó que "el gobierno federal reafirma su compromiso con la democracia y con las instituciones brasileñas", y reiteró que su gobierno continuará trabajando para aprobar las reformas.
"El trabajador brasileño lucha intensamente en los últimos meses para superar la mayor recesión económica que el país ya enfrentó en su historia. A este esfuerzo se suman todas las acciones del Gobierno, que cree en la fuerza de la unidad de nuestro país para vencer la crisis", escribió.
La huelga fue convocada por sindicatos y movimientos sociales, en contra de varias reformas que propone el Gobierno, entre ellas la reforma laboral, que entre otros puntos permitirá que prevalezcan acuerdos entre empresas y empleados por encima de la legislación vigente y que fue aprobada por la Cámara Baja este miércoles y debe pasar aún por dos votaciones en el Senado.
La reforma previsional, que eleva la edad jubilatoria para hombres y mujeres, enfrenta más dificultades para ser aprobada por ser una enmienda constitucional, es decir, son necesarios dos tercios de los votos en cada una de las cámaras.