La investigación contra ocho ministros del Gobierno, los jefes de ambas cámaras del Congreso y decenas de legisladores es el mayor desafío que enfrenta el presidente brasileño Michel Temer desde su llegada al poder el año pasado.
Brasilia. El presidente de Brasil, Michel Temer, instó a los legisladores a seguir trabajando normalmente este miércoles, un día después de que el Tribunal Superior de Justicia del país ordenó nuevas investigaciones por presunta corrupción contra más de 100 políticos, incluido un tercio de su Gabinete.
Temer evitó comentar directamente sobre la ola de pesquisas sin precedentes que disparó el testimonio bajo delación compensada de ejecutivos del grupo de ingeniería Odebrecht, pero dejó en claro que el Gobierno estaba comprometido con lograr que se apruebe su ambicioso plan de reformas.
"Nunca podemos paralizar el Gobierno", dijo Temer en un evento en la capital, Brasilia. "Si no tenemos cuidado, parecerá que las instituciones de Brasil no funcionan, lo que no es cierto", agregó.
La investigación contra ocho ministros del Gobierno, los jefes de ambas cámaras del Congreso y decenas de legisladores es el mayor desafío que enfrenta Temer desde su llegada al poder el año pasado como sucesor de la destituida ex presidenta Dilma Rousseff, su antigua compañera de fórmula.
Temer está buscando estabilizar las cuentas públicas y sacar a Brasil de su peor recesión histórica. Analistas de Eurasia Group dijeron que las nuevas pesquisas probablemente demorarán más que impedir la reforma al sistema de jubilaciones del país, piedra basal del programa oficial para impulsar a la economía.
El índice referencial de la Bolsa de Sao Paulo, el Bovespa, caía apenas cerca de 0,5% el miércoles, mientras que el real operaba con pocos cambios contra el dólar, después de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) emitió la esperada lista de nuevos casos bajo la lupa.
Luego de más de tres años de reunir pruebas en el marco del mayor escándalo de corrupción en la principal economía de Latinoamérica, sobre contratos de compañías estatales, la justicia encarceló a decenas de empresarios y convenció a muchos de ellos a presentar evidencia contra sus cómplices políticos.
Las investigaciones ponen en jaque a varios aliados cercanos de Temer, incluido el jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, que ha jugado un papel clave en el impulso en el Congreso de las impopulares medidas de austeridad planeadas por el Gobierno.
Los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio y Agricultura también están siendo investigados, además de los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Rousseff. Todos niegan haber cometido delitos.
Con los principales líderes políticos del país bajo sospecha, se abre la puerta para la llegada de candidatos "desconocidos" de cara a la elección presidencial del 2018.