En una inesperada declaración desde su residencia oficial de Downing Street, May −que espera salir fortalecida para negociar el "brexit"−, comunicó su decisión de no esperar hasta 2020 para la próxima cita electoral.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, anunció que ha decidido convocar elecciones generales anticipadas para el próximo 8 de junio, con el objetivo de obtener un amplio respaldo del Parlamento a su estrategia para la salida del país de la Unión Europea (el llamado “brexit”).
May subrayó que mañana miércoles presentará una moción ante el Parlamento para la convocatoria de elecciones. "Cada voto por los conservadores me hará más fuerte cuando negocie el brexit" con las autoridades de la Unión Europea (UE), aseguró May.
"El país está unido pero Westminster (el Parlamento), no", denunció. Y sin unidad puede haber inseguridad e inestabilidad, indicó. Así que, aunque la primera ministra admitió que llegó a esta decisión "a regañadientes", considera necesarios estos comicios para garantizar el fuerte liderazgo que necesita el país.
Sin vuelta atrás. "No hay vuelta atrás en el brexit", subrayó May, que el pasado 29 de marzo invocó el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, con el que dio inicio a las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la UE.
La primera ministra conservadora había rechazado hasta ahora de forma categórica convocar elecciones, lo que le había ganado duras críticas de sus adversarios, que alegaban que no cuenta con un mandato popular.
Las últimas encuestas apuntan a que los conservadores de May cuentan con una amplia ventaja por delante del Partido Laborista y que ampliarían considerablemente su mayoría legislativa en una nueva cita electoral.
May fue designada como primera ministra en julio de 2016, después de que su antecesor, David Cameron, renunciara tras el referéndum en el que se impuso el "brexit" el 23 de junio de ese año.
Reacciones. Entre las primeras reacciones a este anuncio de eleccioens anticipadas se notó una recuperación de la libra esterlina frente al dólar y el euro. Tras un retroceso al comienzo de la jornada, la moneda británica subía el 0,1% frente a la divisa estadounidense hasta situarse en 1,257 dólares, mientras que ganaba el 0,03 % frente a la moneda europea hasta situarse en 1,1809 euros.