Washington asume "toda la responsabilidad" por lo ocurrido y espera que las relaciones con Londres sigan siendo estrechas, señaló el secretario de Estado de Estados Unidos en el marco de su visita a Londres.

El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, lamentó hoy la filtración por la prensa estadounidense de información sobre el atentado terrorista del lunes en Mánchester que dejó 22 muertos, dijo tras reunirse con su homólogo británico, Boris Johson, durante una visita a Reino Unido.

Washington asume "toda la responsabilidad" por lo ocurrido y espera que las relaciones con Londres sigan siendo estrechas, señaló tras el malestar manifestado en los últimos días por funcionarios británicos y por la propia primera ministra Theresa May. "La especial relación de nuestros países superará seguramente este lamentable suceso", dijo Tillerson en su primera visita al país desde que ocupa el cargo.

Ya la víspera el presidente estadounidense, Donald Trump, había anunciado una investigación de la filtración de la información, que consideró "profundamente preocupante" y "grave amenaza para la seguridad nacional". Reino Unido se mostró molesto tras la aparición en el "The New York Times" de imágenes forenses del lugar del atentado de Mánchester en la noche del miércoles, que no debían publicarse en el transcurso de la investigación.

Reanudan cooperación. Además, los medios estadounidenses publicaron el martes el nombre del atacante, también antes de que lo hicieran las autoridades británicas. Tras una breve interrupción, hoy se reanudó el intercambio de información entre ambos países, después de que Trump prometiera a May que evitaría filtraciones en el futuro. Ambos debatieron también otras cuestiones de política exterior, como la amenaza norcoreana, la guerra en Siria o la situación en Irán, señaló por su parte Johnson, que destacó también la "vital importancia del trabajo conjunto en una serie campos, entre ellos, compartir información de inteligencia".

El Gobierno británico calificó la visita de Tillerson de "expresión de la solidaridad británico-estadounidense" tras el atentado terrorista del lunes en el que 22 personas murieron y 59 resultaron heridas al finalizar un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande en el Manchester Arena. Los jefes de la diplomacia de los dos países enviaron también mensajes de condolencia a las víctimas del atentado de Mánchester.