La precariedad de los derechos laborales de los trabajadores chilenos, establecidos en un código impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet, se ha mantenido casi inamovible por más de tres décadas.
El reclamo de los trabajadores forma parte de las medidas que ha anunciado el Gobierno de la socialista Michelle Bachelet, pero las organizaciones laborales temen que éstas puedan ser postergadas por el débil desempeño que presenta actualmente la economía chilena y que hacen prever un crecimiento de solo 1,75 y 2,25 % para este año.
"Sabemos que a partir del escenario complejo que está viviendo Chile de crecimiento lento muchos esperarían que se paralizaran las reformas", declaró Bárbara Figueroa, la presidenta de la multisindical Central Unitaria de Trabajadores (CUT) que convocó a la manifestación.
"Lo mejor que podríamos hacer es darle certidumbre al país, para que este crecimiento lento se pueda superar, pero ya no para darle crecimiento sólo a algunos, sino que todos podamos crecer con equidad", agregó la dirigente, mientras encabezada la marcha que se desplazaba pacíficamente por la principal avenida de Santiago, La Alameda.
Según Figueroa es necesario volver a poner el centro el gran debate de Chile, que no es solamente crecer sino también crecer con igualdad y que para ello es fundamental avanzar en reformas laborales.
La precariedad de los derechos laborales de los trabajadores chilenos, establecidos en un código impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet, se ha mantenido casi inamovible por más de tres décadas.
El actual gobierno se comprometió a enviar en el último trimestre del 2014 al Congreso un proyecto de reforma laboral, que daría respuesta a los principales reclamos de los trabajadores.
Sin embargo, debido a fuerte desaceleración de la economía, que hacen prever un repunte del desempleo en los meses venideros, han surgido voces, principalmente desde el sector empresarial, que consideran inconvenientes modificar las normas laborales en un período de alta incertidumbre.
Pese a ello, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, reafirmó esta semana que se mantendrían los plazos planteados para impulsar los cambios al sistema laboral.
"(Esta agenda) lo que busca es aumentar los temas de paz social y eso es bueno, porque en el fondo cualquier inversión en materia de paz social es una inversión también en productividad", afirmó.