El reciente reconocimiento uruguayo del estado Palestino generó molestia en el gobierno israelí, que “ha tomado nota” de la relación del país sudamericano con Irán.
El gobierno de Israel observa con recelo y ha “tomado nota” de algunas decisiones que adoptó Uruguay en los últimos tiempos, un país que a pesar de su escaso peso a nivel internacional, jugó a la salida de la Segunda Guerra Mundial un rol protagónico para allanar el camino hacia la creación de un Estado judío.
A pesar de ese legado histórico, se abre una nueva etapa en el vínculo entre ambos países con las relaciones diplomáticas con Palestina en marcha y otras decisiones en la política internacional vinculadas con el eterno enemigo de los judíos: Irán.
A fines de la década del 40, con las negociaciones en marcha para crear el Estado judío, Uruguay hizo un fuerte lobby a nivel de las Naciones Unidas y fue uno de los principales impulsores a alcanzar la partición, en noviembre de 1947.
Una vez votada, esa resolución instaba a crear, en el territorio llamado hasta entonces Palestina, dos Estados: uno judío y otro árabe, según narró en diálogo con El Observador Carlos Kierszen, director de la B´nai B´rith. Ese fue el gran antecedente para que seis meses después, en mayo de 1948, Israel se declara estado independiente.
Otra vez, Uruguay lanzó un fuerte gesto de acercamiento y fue el primer país de América Latina en reconocerlo como tal. Así nacía una relación que iba a ir a más con el correr de los años y en la que Israel pudo apoyarse en tiempos de crisis. Por ejemplo, en en 1967, en la denominada Guerra de los seis días, Uruguay expresó su apoyo.
“Uruguay tenía una posición favorable a Israel y hubo una expresión de defensa del gobierno judío”, recordó a El Observador el ex canciller colorado Didier Opertti sobre aquel conflicto. En la relación histórica, la percepción generalizada era que Uruguay era un país muy ecuánime en sus decisiones diplomáticas.
Incluso con la llegada del Frente Amplio al gobierno, los israelíes consideran que las relaciones se consolidaron aún más y como símbolo de ese hecho marcan el viaje realizado por el ex presidente Tabaré Vázquez en agosto de 2008 a Israel. Nuevo escenario
Sin embargo, a poco más de un año de la llegada de José Mujica al gobierno comenzaron a surgir algunos desencuentros. Aunque otros países de la región ya habían dado ese paso, Uruguay oficializó el reconocimiento del Estado palestino y el miércoles pasado las relaciones fueron formalizadas por el Poder Ejecutivo.
Pero el hecho que llamó más la atención al gobierno israelí fue una decisión que Uruguay tomó en solitario, en disonancia por ejemplo con la actitud asumida por Brasil y Argentina.
Fue la abstención de votar en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el envío relatores a Irán para evaluar la realidad del país liderado por Mahmud Ahmadineyad.
Por tratarse del enemigo histórico de Israel, el hecho generó una réplica crítica oficial debido a que consideraron “muy extraña” la posición. En este sentido, el embajador israelí Dori Goren dijo al semanario Búsqueda que con esa abstención Uruguay “decidió asociarse con un grupo de países, ninguno de los cuales respetan los derechos humanos y ninguno de los cuales es una democracia”.
“Me pregunto cuál hubiera sido el sentimiento de los que luchaban contra la dictadura militar en Uruguay si algunos países del mundo democrático y civilizado hubieran manifestado desinterés por el estado de los derechos humanos en el país, diciendo que no era necesario mandar a nadie a investigar lo que pasaba aquí”, agregó el diplomático.
Aclarando. Luego de esas declaraciones con un fuerte tono crítico, el Poder Ejecutivo tomó cartas en el asunto y citó al embajador Goren.
Aunque en la agenda aparecía la misión comercial que partió el domingo pasado hacia Israel encabezada por el ministro de Industria, Roberto Kreimerman, los últimos desencuentros estuvieron en la conversación.
El director de Asuntos Políticos, Ricardo González, recibió a Goren el viernes pasado y, luego del encuentro, el diplomático declaró al diario El País que se trató de un encuentro “cordial” aunque aclaró que “no puede decirse que haya ningún roce con Israel”. En tanto, el canciller Luis Almagro viajará a ese país el mes que viene.