El magnate inmobiliario utilizó una ronda de entrevistas televisivas para combatir las duras críticas recibidas por parte de sus rivales republicanos y demócratas por igual de que está sembrando la discordia con su lenguaje divisivo.
Washington. El precandidato presidencial republicano Donald Trump se negó el domingo a admitir la responsabilidad por los enfrentamientos ocurridos en sus actos de campaña, asegurando que él no incita a la violencia, pero que sí está dando voz a la ira de sus seguidores.
El magnate inmobiliario utilizó una ronda de entrevistas televisivas para combatir las duras críticas recibidas por parte de sus rivales republicanos y demócratas por igual de que está sembrando la discordia con su lenguaje divisivo.
"No acepto la responsabilidad. No condono la violencia en ninguna forma", dijo Trump en el programa "Meet the Press" de la cadena NBC.
La tensión en sus eventos, afirmó Trump, proviene de la gente "harta y cansada" de los líderes políticos estadounidenses, que les han costado empleos con sus acuerdos comerciales internacionales, su incapacidad para derrotar al terrorismo del Estado Islámico y el pobre tratamiento que dispensa a los veteranos militares.
"La gente está irritada por eso, no por algo que yo haya dicho. Soy solo el mensajero", comentó.
Trump, que encabeza la carrera por la nominación republicana, no pareció afectado después de que la tensión entre sus partidarios y detractores por sus opiniones sobre la inmigración y los musulmanes estalló en la noche del viernes, obligándole a cancelar un acto de campaña en Chicago y opacando sus actos del sábado.
Los disturbios tuvieron lugar días antes de las primarias que se celebrarán el martes en cinco estados, que podrían consolidar la ventaja del multimillonario neoyorquino sobre sus rivales republicanos, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio y el gobernador de Ohio, John Kasich.
Las escenas de Chicago siguen a varias semanas de violencia en actos de campaña de Trump, en las que manifestantes y periodistas han sido golpeados, empujados y zarandeados en varios lugares, suscitando preocupación por la violencia en el camino hacia las elecciones del 8 de noviembre, en las que se escogerá al sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca.
Trump culpó el domingo a los partidarios del candidato demócrata Bernie Sanders por los incidentes en Chicago. En una publicación en Twitter dijo: "¡Bernie Sanders está mintiendo cuando dice que a sus agitadores no se les ha dicho que fueran a mis actos. Cuidado Bernie o mis partidarios irán a los tuyos!".