En una conferencia conjunta con el premier japonés Shinzo Abe, Trump aseguró que "cuando la gente dice que mi retórica es muy dura, deberíamos ver a dónde hemos llegado en los últimos 25 años con una retórica más débil”.
A poco de acabar su visita de Estado a Japón para comenzar su viaje a Corea del Sur, este lunes (06.11.2017) el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que la era de la paciencia estratégica con Pyongyang es parte del pasado y si bien evitó expresamente utilizar un lenguaje más duro contra Correa del Norte, sí recalcó que hasta ahora la postura débil ante el régimen juche no ha dado resultados.
En una conferencia conjunta con el premier japonés Shinzo Abe, Trump aseguró que "cuando la gente dice que mi retórica es muy dura, deberíamos ver a dónde hemos llegado en los últimos 25 años con una retórica más débil”. Para el mandatario estadounidense, el régimen norcoreano "continúa con sus pruebas nucleares ilegales y con sus lanzamientos de misiles sobre territorio japonés”, algo que "no permitiremos” pues "suponen una grave amenaza para la paz y la estabilidad regionales y globales”.
Trump agregó que "los norcoreanos son grandes personas bajo un régimen represivo, espero que todo se solucione y que todo mejore tanto para ellos como para todo el mundo. Espero que (el líder norcoreano Kim Jong-un) termine pagando su precio”. Por su parte, Abe aclaró que no es el momento de dialogar con Corea del Norte, sino de "ejercer presión a través de todos los medios posibles para incrementarla al máximo”.
China no necesita instrucciones. El primer ministro japonés aclaró que "nadie quiere una guerra. Tenemos que trabajar para que sea Corea del Norte por ella misma la que quiera dialogar con nosotros para que la política cambie. Nosotros tenemos que aumentar de forma cuantitativa y cualitativa nuestra defensa y para ello haremos las correspondientes adquisiciones en Estados Unidos”. Confirmó, de este modo, una declaración previa de Trump donde hablaba de proteger a Japón con armas estadounidenses.
En tanto, la visita de Trump genera discrepancias en Corea del Sur, donde será recibido con numerosas protestas, algunas a favor y otras en contra. "Presidente Trump, no tenemos miedo a morir. ¡Ataque Corea del Norte ahora mismo!” decían algunas pancartas exhibidas en Seúl. Por su parte, China recordó a Trump que nadie debe decirle cómo actuar ante la crisis norcoreana, luego de que el presidente de Estados Unidos exigiera a Pekín que hiciera mayores esfuerzos para resolver el problema.