Dos horas antes del cierre de las urnas, al menos el 70% de los electores habían votado, informó el presidente de la comisión Kamel Jendoubi, quien anunció en conferencia de prensa que los resultados "oficiales" se anunciarán este martes.
Los tunecinos votaron este domingo en las primeras elecciones libres de la historia del país para elegir una Asamblea Constituyente y para superar la era de Ben Ali, expulsado del poder en enero por una revolución popular tras 23 años en el poder.
Dos horas antes del cierre de las urnas, al menos el 70% de los electores habían votado, informó el presidente de la comisión Kamel Jendoubi, quien anunció en conferencia de prensa que los resultados "oficiales" se anunciarán este martes.
"Trataremos de tener los resultados el lunes, pero los resultados oficiales se anunciarán el martes por la tarde en conferencia de prensa", declaró.
Unos 11 mil candidatos esperan acceder a uno de los 217 escaños que conformará la nueva la Asamblea. De estos, 18 serán elegidos en representación del millón de tunecinos que conforman la diáspora (la mitad de ellos residentes en Francia).
Después de que el poder legislativo prepare una nueva Carta Magna, se elegirá al nuevo gobierno interino que convocará finalmente elecciones presidenciales.
En la escena política aparecieron más de un centenar de partidos políticos recientemente legalizados por el gobierno interino, informó Infobae.
Uno de ellos es el partido islamista Ennahda, que podría conquistar un 30-35% del electorado, según las encuestas.
Su líder, Rachid Ghannouchi, prometió un programa "realista" y de consenso que intentará tener una relación fluida con la Unión Europea.
Estas elecciones iban a celebrarse en julio, pero se pospusieron porque supuestamente el país todavía no estaba preparado. En Túnez existe una pobreza estructural que abarca grandes sectores de la población y un entorno político inestable, pero se estima que este país se encuentra por delante de Egipto en su camino hacia una democracia estable.
Las tensiones entre ciertos sectores, como islamistas y liberales, tuvo su auge la semana pasada, cuando la policía y manifestantes se enfrentaron ante la decisión del gobierno de transición de mantener la prohibición del velo o niqab en las universidades.