Los cabezas de lista que lideran las encuestas de cara a las elecciones generales en Alemania se enfrentaron por única vez antes de las votaciones del próximo 24 de septiembre.
La crisis de los refugiados, las relaciones con Turquía, los ensayos nucleares de Corea del Norte, el boom económico alemán, el escándalo automotriz, la protección social y la lucha contra el terrorismo fueron los temas que abordaron la canciller de Alemania, la cristianodemócrata Angela Merkel, y el líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, en el único debate televisado que los enfrentará antes de las elecciones generales del próximo 24 de septiembre.
Puntualmente a las 20.15 horas (hora local), los principales canales de la televisión germana transmitieron conjuntamente el debate, para muchos la última oportunidad que tendrá Martin Schulz de remontar en unas encuestas donde comenzó casi empatado con Merkel, a quien en los últimos sondeos se ha debido conformar con mirar hacia arriba. Según los estudios más recientes, Merkel supera hasta por 17 puntos al socialdemócrata.
Por ello Schulz se vio más a la ofensiva, confrontando a Merkel, cuestionándola e incluso sacándola al pizarrón con una pregunta sobre las tasas de criminalidad en un estado gobernado por la CDU. Sin embargo, buena parte de la discusión estuvo centrada en política internacional. Parte de la estrategia de Schulz se vio cuando criticó a Merkel por no haber involucrado desde el comienzo a Europa en el desafío que ponían sobre la mesa los refugiados.
No ven a Turquía en la UE. La canciller argumentó que “en la vida hay momentos en que debemos tomar una decisión", defendiendo la apertura de la frontera para recibir a las miles de personas que estaban atrapadas en Hungría. "Tenía cero esperanza de que (Viktor) Orban (premier húngaro) fuera a abrirles el paso", añadió la política, ante la afirmación de Schulz de que debería haber implicado entonces en la búsqueda de soluciones a países como Hungría y Polonia, en lugar de lamentar luego la poca disposición de estos a su acogida.
Con respecto a la crisis de Corea del Norte, en cambio, hubo más acuerdo y ambos abogaron por una solución pacífica al problema suscitado por los ensayos nucleares del régimen de Kim Jong-un. Sin embargo, Schulz fue más vehemente al señalar que Donald Trump no era la persona indicada para resolver este conflicto, dada su imprevisibilidad.
Schulz intentó desmarcarse de Merkel al señalar que si él llega a ser canciller, “cancelaré las negociaciones para que Turquía ingrese a la UE”. También exigió una posición europea más dura hacia Recep Tayyip Erdogan. Merkel, sorprendentemente, dijo que ella está segura de que “Turquía no será miembro de la Unión Europea” y agregó que no se trata de ver “quién es el más duro”, recordando que “las conversaciones de adhesión son por el momento inexistentes". Añadió: “nunca estuve a favor de una entrada de Turquía a la UE”.
Hacia el final del debate, los temas se centraron en la situación económica alemana y la cobertura del sistema de protección social. Si bien Schulz reconoció que el país pasa por un momento de prosperidad, criticó que ella no llegue a todos los alemanes. En su mensaje final se vio otra diferencia entre los aspirantes a canciller, cuando Schulz enfocó su discurso más en Europa, mientras que Merkel optó por dirigirse a los alemanes y sus problemas.