Un comunicado acordado en una reunión en Luxemburgo indicó que la UE reconoce la urgencia de las necesidades financieras del consejo de transición rebelde en Libia.
Luxembrugo. Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea acordaron el lunes que analizarán el uso de fondos congelados libios para asistir a los rebeldes que se enfrentan a Muamar Gadafi, e Italia dijo que podrían ser tomados como un aval para los préstamos.
Los rebeldes protestan desde hace tiempo por su escasez de recursos y han buscado acceso al dinero libio en cuentas en el extranjero para poder pagar salarios y comprar suministros. Pero otorgarles permiso para utilizar los fondos podría entrar en conflicto con las sanciones de la ONU.
Un comunicado acordado en una reunión en Luxemburgo indicó que la UE reconoce la urgencia de las necesidades financieras del consejo de transición rebelde en Libia.
"La movilización de recursos internacionales, incluyendo si fuera posible el uso de fondos congelados libios, en cumplimiento de las disposiciones de las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU, es clave para apoyar el proceso de transición (...)", dijo el documento.
El comunicado añadió que "las medidas en este sentido respetarán el imperio de la ley".
El ministro de Relaciones Exteriores italiano, Franco Frattini, señaló que la UE está analizando usar los activos congelados como avales para recaudar fondos para los rebeldes, debido a que sólo el Consejo de Seguridad de la ONU podría decidir descongelar el dinero.
"Estamos pensando en usar los fondos congelados como garantías para dar préstamos por adelantado" a los rebeldes libios, dijo Frattini a periodistas. "No estamos buscando descongelar los activos bloqueados", agregó.
El liderazgo rebelde afirmó el domingo que espera comenzar a reponer sus arcas vacías esta semana con la primera entrega del dinero prometido por sus aliados extranjeros.
Los insurgentes dicen que necesitan más de 3.000 millones de dólares para pagar los salarios y cubrir otras necesidades en los próximos seis meses y ya han recibido promesas de asistencia financiera de socios occidentales y árabes.
La economía libia depende de las exportaciones de petróleo. Los rebeldes han tenido dificultades para financiarse debido a que los daños que sufrió la infraestructura de energía por la guerra civil han paralizado la producción en un país que solía ser un importante productor de petróleo de la OPEP.