Se trata de la segunda condenada contra Lula da Silva en el marco de la 'Operación Lava Jato', en la que se investiga el cobro de sobornos a cambio de beneficios políticos y contratos con la petrolera estatal Petrobras.
El Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4) de Brasil condenó este miércoles por unanimidad al ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, por corrupción y blanqueo de dinero, por lo que ha ampliado la pena a prisión que pesaba en su contra de 12 a 17 años.
Se trata de la segunda condenada contra Lula da Silva en el marco de la 'Operación Lava Jato', en la que se investiga el cobro de sobornos a cambio de beneficios políticos y contratos con la petrolera estatal Petrobras.
"La responsabilidad del ex presidente es bastante elevada, pues ocupaba el cargo de dirigente de la nación brasileña", explicó uno de los tres jueces federales encargados del tribunal, tal y como ha informado la agencia estatal de noticias Estadao.
"Se esperaba que actuase conforme al Derecho, en vez de eso lo que se ha visto en estos casos es una participación en la práctica de diversos caso de corrupción", dijo.
En abril, el ex presidente ya había sido condenado a 12 años de prisión después de que se le redujera la pena a 8 años y 10 meses, por cargos similares después de ser declarado culpable en relación a la renovación de un ático, cuyo pago se habría hecho a través de la empresa Odebrecht.
A principios de este mes, Lula salió de la prisión en la que estaba recluido desde hacía 19 meses después de que el Tribunal Supremo aprobara por seis votos a favor y cinco en contra revocar la ley que establece que los convictos comienzan a cumplir sus sentencias después de perder su primera apelación y, en cambio, que se les permita agotar el largo proceso de apelaciones antes de entrar en prisión.
La encarcelación de Lula, que siempre defendió su inocencia y señaló intereses políticos detrás de las acusaciones de corrupción en su contra, no permitió que pudiera presentarse a las elecciones presidenciales de octubre de 2018, en las que acabó imponiéndose el derechista Jair Bolsonaro, quien nombró al juez encargado de la 'Operación Lava Jato', Sergio Moro, su ministro de Justicia.
Como presidente, Lula supervisó el fuerte crecimiento económico y la caída de la desigualdad durante su mandato entre 2003 y 2011. Sus políticas sociales le canjearon altas cuotas de popularidad, incluso cuando creció la preocupación por la corrupción en su Gobierno.
