Unicef dice que cientos de niños fueron asesinados en Siria en 2016, la mayor cantidad desde que el organismo comenzó a mantener registros. Seis millones de niños en Siria dependen de la ayuda humanitaria.
Unos 652 niños sirios perdieron la vida el año pasado en la guerra civil que azota su país, lo que supone un 20 por ciento más que el año anterior, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicado hoy (12.03.2017).
De acuerdo con los datos de la organización de la ONU, 2,8 millones de menores vivían en 2016 en zonas de difícil acceso. Además, se reclutó a al menos 850 niños soldado, en ocasiones para luchar en el frente, para vigilar a los prisioneros o para perpetrar ataques suicidas.
Actualmente, seis millones de niños dependen de la ayuda humanitaria y millones tuvieron que abandonar su hogar junto con su familia, estima Unicef. Alrededor de 2,3 millones de niños sirios vivían en campos de refugiados en Turquía, el Líbano, Jordania, Egipto e Irak el año pasado.
Traumas de por vida
"La dimensión del sufrimiento no tiene precedentes", dijo el director de Unicef en la región, Geert Cappelaere. "Cada niño ha quedado marcado para el resto de su vida y esto tiene consecuencias desastrosas para su salud y bienestar futuros", añadió.
En la lucha por sobrevivir, los niños de más de de dos tercios de las familias tienen que trabajar para garantizar su sustento. En ocasiones, los padres se ven obligados a casar a sus hijos cuando aún son niños.
Unicef teme que la cifra sea aún mayor, dado que muchas regiones no son accesibles, por lo que es complicado obtener información fiable de ellas. La organización explicó además que muchos niños murieron de enfermedades que se habrían podido tratar si no hubiera guerra.