Hay que considerar que los precios al consumo subieron el año pasado 10,2%, lo que implica que tanto el 10% más rico como el más pobre perdieron poder adquisitivo.
Montevideo. A pesar de que la caída de la pobreza y la indigencia se interrumpió el año pasado, esos indicadores no empeoraron. Sin embargo, el reparto de los ingresos se hizo más desigual en ese período, retomando los mayores niveles desde 2011. De hecho, mientras que los ingresos del 10% de los hogares más pobres tuvo una leve caída en el año, el 10% de las familias de mayor poder adquisitivo mantuvo un crecimiento de sus ingresos.
Los hogares del decil de menores ingresos pasaron de tener un ingreso medio de $ 2.743 por habitante en 2014 a $ 2.734 durante el último año. Si bien no se trata de una caída muy pronunciada (-0,3%), se trata del primera vez en los ingresos de los hogares de menor poder adquisitivo de la sociedad uruguaya, al menos desde 2007 –hasta allí llega la serie del Instituto Nacional de Estadística (INE)–.
No sucedió lo mismo con el ingreso del 10% más rico de los hogares uruguayos. En ese segmento, los ingresos siguieron creciendo durante el último año, a una tasa de 1,3%, alcanzando en promedio $ 32.367.
Hay que considerar que los precios al consumo subieron el año pasado 10,2%, lo que implica que tanto el 10% más rico como el más pobre perdieron poder adquisitivo.
De todas maneras, se trata de una importante desaceleración respecto al ritmo de aumento que habían mostrado en 2014, de 5,3%. Ese año, el ingreso del decil más pobre de los hogares aumentó a un ritmo de 7,5%.Los datos surgen del informe titulado Estimación de la pobreza por el método de ingreso 2015, divulgado por el INE.
La diferencia en la evolución del ingreso del decil más pobre de la sociedad respecto al del 10% con mayor poder adquisitivo se encuentra en línea con el aumento del principal indicador de desigualdad.
El índice de Ginni muestra qué tan concentrado se encuentra el ingreso de los hogares en una población, dándole el valor 0 a una sociedad en la cual todos perciben el mismo ingreso y de 1 al caso en que solo un hogar percibe la totalidad del mismo. Durante el último año, el índice de Ginni de Uruguay aumentó 1,3%, a 0,386 puntos. Eso implicó un revés respecto a la caída del indicador de 2014 y representó un regreso a los niveles más altos desde 2011.
La pobreza y la indigencia se mantuvieron estables durante 2015, según el relevamiento oficial.De esa manera, los indicadores sociales interrumpieron un largo período de mejora, donde pasaron de niveles críticos en los años posteriores a la crisis económica de 2002, a mínimos históricos en 2014.
Medida a través del método del ingreso (se traza una línea de ingresos que separa pobres y no pobres, y se cuentan los hogares que perciben menos dinero), la pobreza afectó a 9,7% de los uruguayos y 6,4% de los hogares en el total del territorio. Los niveles son iguales a los del año 2014, que eran los mínimos desde que se tienen registros comparables.
En el caso de la indigencia, se mantuvo en 0,3% de los habitantes y en 0,2% de los hogares. Se trata de aquellos hogares o personas que perciben un ingreso que no alcanza para satisfacer mínimamente sus necesidades alimenticias. En el año 2004, la pobreza en Uruguay alcanzó a un máximo de 39,9% de los uruguayos y la indigencia a 4,7%.