Este sábado 22 de marzo el presidente municipal panista de Tanhuato, Gustavo Garibay fue asesinado por sujetos armados, justo cuando se encontraba en su domicilio y el edil se dirigía a sus actividades diarias.
En lo que va de la administración de Fausto Vallejo en Michoacán, han sido asesinados dos presidentes municipales en el estado, siendo el de este sábado 22 de marzo el más reciente.
El pasado 7 de noviembre, fue levantado y asesinado el edil petista de Santa Ana Maya, Ygnacio López Mendoza. En un principio se había manejado la hipótesis de que se trataba de un accidente, sin embargo, la necropsia reveló que fue asesinado.
El alcalde López Mendoza hizo una huelga de hambre en demanda de más recursos para los gobiernos locales, además dijo que fue víctima de extorsión por integrantes del crimen organizado.
Este sábado 22 de marzo el presidente municipal panista de Tanhuato, Gustavo Garibay fue asesinado por sujetos armados, justo cuando se encontraba en su domicilio y el edil se dirigía a sus actividades diarias.
En el lugar de los hechos se localizaron nueve cartuchos calibre 38 súper, tres casquillos calibre 7.62 y seis más calibre 2.23, además de una camioneta Ram tipo pick up de seguridad pública municipal, unidad que presentaba impactos de bala.
En tanto, la Secretaría de Seguridad Pública estatal informó que asumió el control del municipio y que los policías locales se encontraban declarando sobre el atentado fatal.
Por su parte, el ex presidente Felipe Calderón expresó un pésame por el asesinato del panista en su cuenta de Twitter. “Mis más sentidas condolencias a familiares y amigos del querido Gustavo Garibay”.
El gobernador Fausto Vallejo aseveró que no habrá impunidad en el asesinato del presidente municipal. “Con consternación y profunda indignación, condenamos enérgicamente el cobarde asesinato de Gustavo Garibay García, edil de Tanhuato”, y agregó que ha girado instrucciones a la Procuraduría del estado para que se empleen todos los recursos técnicos y operativos para esclarecer este crimen.
Garibay García ya había sufrido un atentado en octubre del 2012, por haberse negado a pagar una extorsión. Las autoridades federales le asignaron escoltas, pero en agosto de 2013 el alcalde denunció que le habían retirado la seguridad.
