Las reivindicaciones independentistas catalanas han ejercido un efecto contagio y los candidatos se han visto obligados a posicionarse sobre el asunto.
Los vascos acuden a las urnas este domingo para elegir a su próximo Gobierno autonómico por primera vez sin la amenaza de ETA, pero la ausencia de violencia ha pasado a un segundo plano mientras los candidatos se han centrado en la crisis económica y las aspiraciones independentistas.
Aunque todas las convocatorias electorales tienen sus sorpresas, y el número de indecisos era elevado cuando se realizaron las encuestas, las quinielas dan por hecho que el candidato del PNV, Iñigo Urkullu, será el próximo lehendakari, aunque también existe la certeza de que el ningún partido conseguirá la mayoría absoluta en un Parlamento vasco que dispone de 75 escaños.
Todas las encuestas prevén además que la izquierda 'abertzale', ausente en los anteriores comicios por sus vínculos con ETA, irrumpa en el Parlamento vasco como la segunda fuerza más votada, desplazando a los socialistas, actualmente en el gobierno.
La convocatoria electoral debería haberse celebrado en primavera, pero el lehendakari, el socialista Patxi López, adelantó los comicios en agosto tras varios meses de especulaciones y después de que el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, anunciara en mayo la ruptura del pacto que sostenía a los socialistas en el Gobierno vasco.
López se convirtió en el primer lehendakari no nacionalista en 2009.
Independencia. La campaña electoral, y la larga precampaña, se ha caracterizado por la moderación en los mensajes de todos los candidatos, que han estado muy centrados en propuestas para abordar la situación de crisis económica.
Sin embargo, las reivindicaciones independentistas catalanas han ejercido un efecto contagio y los candidatos se han visto obligados a posicionarse sobre esta cuestión, a pesar del escaso interés mostrado sobre todo por el candidato del PNV.
Urkullu ha querido dejar aparcada esta cuestión para centrarse en sus propuestas en la gestión de la crisis. Así ha anunciado que habrá recortes, aunque ha prometido que no tocará "las líneas rojas" -que el PNV sitúa en todo lo relacionado con la Educación y la Sanidad - y que una de sus primeras medidas será la de encargar una auditoria independiente que supervise las cuentas dejadas por el Gobierno de Patxi López.
Socialistas y populares sí han querido incidir en la cuestión de la independencia, más el PP que el PSE, y han coincidido en sus mensajes sobre las consecuencias negativas que, desde el punto de vista económico, tendría una separación de España, y en concreto, la imposibilidad de hacer frente al pago a los pensionistas vascos si mediara una declaración de independencia.
Tras una legislatura ausente de la Cámara de Vitoria y varios años de ilegalización de sus siglas, la izquierda 'abertzale' regresará a la Cámara vasca integrada en la coalición EH-Bildu y con la profesora universitaria y escritora Laura Mintegi como candidata.
Mintegi es un rostro amable que aspira arrasar en las urnas y superar los votos conseguidos en 1998 por Arnaldo Otegi con Euskal Herritarrok cuando se consiguieron 14 escaños.
Aunque el programa electoral de la coalición 'abertzale' no plantea la cuestión de la independencia ni la celebración de un referéndum, Mintegi sí cree que en esta legislatura habrá consulta. Pero sus mensajes mayoritarios se han centrado en la crisis económica y en plantear una política económica diferente del modelo neoliberal.
Reflexionando sin ETA. La jornada de reflexión coincide con el primer aniversario del anuncio de ETA de "cese de su actividad armada" tras 53 años de su fundación.
Se trata por lo tanto de las primeras elecciones que se celebran en Euskadi en ausencia de violencia de ETA, aunque ya hubo otra ocasión, en 1998, en la que ETA no estuvo presente coincidiendo con una declaración de tregua unilateral e indefinida que se prolongó durante 14 meses.
Esta normalidad ha permitido que la campaña transcurra sin sobresaltos, algo poco habitual en otros comicios en los que la banda armada irrumpía con un atentado trastocando los mensajes y obligando a los candidatos a suspender sus mítines para acudir a los hospitales o a las iglesias.
Ha sido además una campaña con una menor presencia policial y de escoltas y con mayor libertad por parte de todos los candidatos para realizar sus actos electorales sobre todo en espacios públicos.
Sin embargo, la cuestión ETA apenas ha formado parte de los discursos de los elegibles, excepto en el caso del PP cuyo candidato, Antonio Basagoiti, ha hecho varias referencias sobre todo en relación al pasado de muchos de los integrantes de EH-Bildu y su no cuestionamiento de la violencia terrorista.
El único debate electoral entre todos los candidatos emitido el pasado miércoles por la televisión pública vasca fue un claro ejemplo de esta actitud, cuando Basagoiti obvio el tema planteado inicialmente, la crisis, para interpelar directamente a la candidata de EH-Bildu y recordarle que formó parte de las lista de Herri Batasuna cuando ETA perpetró el atentado de Hipercor en 1987.
Todas las encuestas son contundentes y coinciden en que el PNV será el partido ganador, aunque sin mayoría suficiente para gobernar en solitario. Las últimas publicadas en varios diarios el pasado 14 de octubre otorgan a la formación que lidera Iñigo Urkullu entre 24 y 27 escaños seguido por EH-Bildu que irrumpiría en la Cámara de Vitoria con entre 20 y 22 representantes.
El PSE quedaría en tercera posición con unas previsiones que le otorgan entre 15 y 18 escaños y el PP, por su parte, obtendría entre 10 y 13 representantes. No hay unanimidad en los sondeos respecto a lo que ocurrirá con UPyD, que podría mantener o perder su escaño en la Cámara de Vitoria, y tampoco con respecto a IU, divida en dos facciones tras meses de luchas internas, y a quien otorgan desde ninguno hasta tres representantes.
Los posibles pactos que puedan producirse tras conocerse los resultados son una incógnita porque ninguna de las formaciones ha desvelado sus intenciones, salvo la negativa anunciada de los candidatos de PSE y PP de llegar a acuerdos con Bildu.
Tampoco parece previsible una reedición del pacto de socialistas y populares porque los números de la encuestas lo hacen inviable y por tanto parece difícil que Patxi López repita como lehendakari.
El domingo y con una previsión meteorológica que anuncia intensas lluvias durante todo el día, los 758 colegios electorales de la Comunidad Autónoma Vasca abrirán sus puertas a las 9 para permitir el voto a los 1.775.336 electores censados.