El militar retirado cuenta con una intención de voto del 43,6%, ligeramente por encima del 42,9% de abril, mientras Capriles subió dos puntos a 27,7%, según una encuesta de la respetada firma local Datanálisis que fue difundida a clientes en forma privada.
Caracas. Hugo Chávez mantiene una ventaja de casi 16 puntos porcentuales sobre su rival Henrique Capriles para las elecciones presidenciales de Venezuela, dijo a Reuters una fuente que tuvo acceso a un sondeo clave revelado este martes, a pocos días del inicio formal de las campañas electorales.
El presidente venezolano sigue siendo favorito para el comicio del 7 de octubre pese a que aún se recupera de un cáncer que reapareció en febrero, pero deberá enfrentarse a una oposición unificada que tiene su mejor oportunidad en 13 años para derrotar al mandatario.
El militar retirado cuenta con una intención de voto del 43,6%, ligeramente por encima del 42,9% de abril, mientras Capriles subió dos puntos a 27,7%, según una encuesta de la respetada firma local Datanálisis que fue difundida a clientes en forma privada.
Las cifras que arrojó el sondeo, realizado la última semana de mayo a 1.300 personas, no fueron confirmadas hasta el momento por Datanálisis.
Algunos analistas consideran que la enfermedad de Chávez ha creado solidaridad y empatía entre muchos electores, lo que ha elevado la aprobación de su gestión en los últimos meses.
Otros opinan que tras una extenuante gira casa por casa, Capriles podría repuntar una vez que se inicie la campaña en julio.
Su estrategia es mostrarse fuerte y enérgico, en contraste con un Chávez debilitado tras un año de tratamientos de quimioterapia y radioterapia contra el cáncer.
Sin embargo, el mandatario ha incrementado sus apariciones públicas, con cada vez más largas intervenciones televisadas de tres o cuatro horas, después de culminar dos meses de radioterapia en La Habana.
La mayoría de los sondeos muestra una brecha de dos dígitos entre Chávez y Capriles desde las primarias opositoras de febrero en las que votaron más de 3 millones de personas, un nivel mucho mayor al esperado.
Pero, en medio de una guerra de encuestas, con algunos resultados disímiles, políticos y activistas han preferido volcarse a las calles para demostrar su poder de convocatoria en multitudinarias marchas y concentraciones que han dado impulso a ambos partes.
