El mandatario había advertido a los países del denominado Grupo de Lima que tomaría "medidas diplomáticas" después que el bloque anunciara el 4 de enero que no reconocerían el segundo período de gobierno Maduro.
Caracas.- El gobierno de Venezuela se adjudicó este sábado el triunfo en una pelea diplomática con países latinoamericanos por una disputa fronteriza con Guyana, mientras que ignoró una avalancha de críticas al segundo mandato del presidente Nicolás Maduro.
El mandatario había advertido a los países del denominado Grupo de Lima que tomaría "medidas diplomáticas" después que el bloque anunciara el 4 de enero que no reconocerían el segundo período de gobierno Maduro porque las elecciones de 2018 en Venezuela no fueron libres, ni justas.
La declaración firmada por países como Brasil, Argentina y Colombia, también expresó su preocupación de que Venezuela haya violado la soberanía de Guyana al detener un barco que realizaba una exploración de petróleo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, dijo el sábado en conferencia de prensa que 10 de los 12 gobiernos que firmaron la declaración habían aclarado desde entonces su posición sobre la disputa con Guyana.
"Creemos que la diplomacia de la región ha logrado que estos países, por más diferencias, por más ataques (...) contra la República Bolivariana y su gobierno, han sabido ponderar y diferenciar" para reconsiderar la disputa fronteriza, dijo Arreaza. "Es un triunfo también de la diplomacia bolivariana", agregó.
El funcionario subrayó que esperaba que los otros dos países, Paraguay y Canadá, sigan el ejemplo de los otros miembros del bloque. Paraguay cortó el jueves relaciones diplomáticas con Venezuela.
Arreaza no abordó el punto más amplio del grupo sobre la legitimidad de Maduro, quien fue juramentado el jueves, excepto para denunciar la declaración del grupo del 4 de enero como una injerencia "vulgar" en los asuntos internos del país petrolero.
Las elecciones de la nación miembro de la OPEP en 2018 fueron ampliamente boicoteadas por la oposición y condenadas como manipuladas por gobiernos de todo el mundo. Maduro insiste en que eran justas y que los líderes de la oposición no participaron porque sabían que perderían.
Desde Abu Dabi, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, describió el sábado al gobierno de Maduro como "ilegítimo" y dijo que su país trabajaría con naciones aliadas en América Latina para restaurar la democracia en Venezuela.
El presidente de la Asamblea Nacional, el diputado Juan Guaidó, dijo el viernes estar dispuesto a encabezar un gobierno interino que llame a elecciones, pero solo si hay apoyo de la fuerza armada y del pueblo.
El congreso ha sido despojado de sus poderes por el Tribunal Supremo de Justicia y por una asamblea constituyente de Venezuela, un supra poder en manos del oficialismo.
El impacto de las declaraciones de Guaidó no quedo claro de inmediato.
El gobierno de Brasil anunció el sábado que reconocía al legislador opositor como el presidente legítimo de Venezuela.