Aunque sondeos muestran que la intención de voto dividida casi al 50%, el Partido Socialista Unido de Venezuela probablemente revalidará su amplia mayoría en la cámara, favorecido por el controvertido sistema de asignación de escaños y su poderosa maquinaria de movilización electoral.
Caracas. Los venezolanos se disponían a acudir el domingoa las urnas para renovar el poder legislativo, una votación en la queel socialista Hugo Chávez busca contener el avance de la oposición yrelanzar su popularidad de cara a las presidenciales del 2012.
Aunquesondeos muestran que la intención de voto dividida casi al 50%, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) probablementerevalidará su amplia mayoría en la cámara, favorecido por elcontrovertido sistema de asignación de escaños y su poderosa maquinariade movilización electoral.
Pero la oposición, quelleva cinco años ausente del hemiciclo tras retirarse en bloque de losanteriores comicios, aspira a ganar un tercio de los diputados -nivelque en teoría permite vetar reformas legales de amplio alcance- ydemostrar que el poderío electoral del "chavismo" está en declive.
Unosy otros estarán pendientes del cielo, ya que las torrenciales lluviasque han caído en la nación caribeña durante las últimas horas,desbordando ríos y quebradas, podrían impactar en la votación.
"Hansido horas difíciles éstas. Llenas de dolor. Pero el Pueblo asume.Lucha. Y Vence siempre! Vamos pues, que llegó la hora! A la carga!!",arengó el jefe de Estado a sus seguidores a través de su Twitter@chavezcandanga el sábado, luego de que se reportaran al menos ochomuertos por el temporal.
Los analistas estándivididos sobre cómo el resultado de la elección afectará a los bonos,que se recuperaron la última semana por la ausencia de violenciadurante la campaña y tras quedarse al margen del apetito por el riesgoque generó un reciente rally en otros papeles emergentes.
Unaaplastante victoria oficialista daría estabilidad al escenario políticoe impulsaría los activos en el corto plazo, pero también aumentaría lacautela del mercado ante la posible radicalización del mandatario,factor clave para que la deuda venezolana sea vista como una de las másriesgosas del mundo.
Como Chávez descartó laposibilidad de entablar cualquier negociación política con susenemigos, un resultado ajustado podría invitarlo a buscar formas desortear las limitaciones legislativas, situación que podría generartensiones internas y pondría en alerta a los inversores.
Hacia el socialismo, pues. Chávez,de 56 años, sigue desatando pasiones y odios entre los que confían quelogrará acabar con la desigualdad y la pobreza en el rico paíspetrolero y los que ven en el militar retirado a un dictador comunistaen ciernes.
Pese a que la elección es dediputados, el líder antiestadounidense fue el protagonista de lacampaña, dando mítines, encabezando caravanas y dando directrices alpartido para consolidar un triunfo que le permita acelerar yprofundizar la transición hacia el socialismo.
"Elpueblo pa' la Asamblea", reza uno de sus omnipresentes eslóganeselectorales que sintetiza su plan de "democracia participativa", en laque las organizaciones populares de base financiadas por el Estadoasumirán competencias de gobernadores, alcaldes y diputados.
Conel apoyo en niveles mínimos de varios años por la crisis económica, unaalarmante inseguridad y constantes fallas en los servicios públicos, elmandatario busca una victoria que oxigene su conexión popular paraarrancar la campaña por un nuevo mandato de seis años en 2012.
"Cháveztiene problemas, está claro, pero nadie quiere a esta otra gente(oposición). Van a estar muy decepcionados el domingo. Es imposiblederrotar a Chávez", dijo el Carlos Cristiani, un vendedor de prensa de44 años, cuestionando el optimismo de los "antichavistas".
Perola oposición, que todavía carece de un líder o proyecto nacional quecapitalice la frustración ciudadana espera que la propia ineficacia del gobierno y su creciente rigidez ideológica permita impulsar unaalternativa tras once años de "revolución bolivariana".
"Hayque sacar a este loco ya. Lo hemos calado (aguantado) demasiado tiempo.Está arruinando nuestro país", dijo Valeria Mendes, ama de casa de 34años, sobre el que se considera hijo ideológico del líder cubano FidelCastro.
Cualquiera que sea el resultado, pocoscreen que el mandatario esté dispuesto a variar su agenda decontrovertidas reformas políticas económicas, por lo que se prevén másnacionalizaciones, controles a la empresa privada y centralización delpoder.
"Este revolución llegó para quedarse ynada ni nadie podrá detenerla. Vamos, pues, a la victoria", repitióChávez, insistentemente, durante la campaña.