Los comentarios de Gabriel, que es ministro de Economía y líder de los Socialdemócratas, son la señal más clara hasta el momento de que los políticos oficialistas en Europa están cada vez más preocupados por el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Berlín. El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, criticó al precandidato presidencial estadounidense y favorito para ganar las primarias del Partido Republicano Donald Trump, a quien calificó como un populista de derecha cuyas visiones políticas son una amenaza para la paz y la prosperidad.
Los comentarios de Gabriel, que es ministro de Economía y líder de los Socialdemócratas, son la señal más clara hasta el momento de que los políticos oficialistas en Europa están cada vez más preocupados por el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
"Ya sea Donald Trump, Marine le Pen o Geert Wilders, todos estos populistas de derecha no son sólo una amenaza a la paz y a la cohesión social, sino también al desarrollo económico", declaró Gabriel al diario Welt am Sonntag en una entrevista publicada el domingo.
Gabriel afirmó que Trump y la francesa Le Pen están prometiendo a los votantes "un regreso a un mundo de cuentos de hadas" en que la actividad económica sólo tiene lugar dentro de las fronteras nacionales, pero que la historia ha demostrado que dichas economías aisladas no tienen la posibilidad de desarrollarse.
"Tenemos que hacer el esfuerzo de explicar cómo queremos dar forma a la globalización en una forma justa", sostuvo.
Los políticos en Alemania y otros lugares de Europa han visto cómo Trump, un empresario y estrella de programas de televisión, ha pasado de ser un precandidato con pocas posibilidades a convertirse en el favorito para la nominación del Partido Republicano antes de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
Trump ha descrito la política de bienvenida a los refugiados de la canciller alemana Angela Merkel como "demente" y anticipó que dará pie a motines en ese país.
También ha elogiado al presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha estado enemistado con Europa desde que Moscú anexó la península ucraniana de Crimea hace dos años.