Omar Chehade comenzó a ser investigado por el Congreso luego de que la prensa local reveló que se reunió con tres generales para supuestamente pedir una intervención policial a favor del grupo empresarial Wong, que mantiene una disputa por el control de una azucarera.
Lima. El vicepresidente peruano, Omar Chehade, se defendió este miércoles en el Congreso de acusaciones de tráfico de influencias, mientras que tres generales envueltos en el caso ofrecieron testimonios que podrían llevarlo a una renuncia que opacaría la imagen del gobierno.
El vicepresidente Chehade comenzó a ser investigado por el Congreso luego de que la prensa local reveló que se reunió con tres generales para supuestamente pedir una intervención policial a favor del grupo empresarial Wong, que mantiene una disputa por el control de una azucarera.
La cita se realizó a inicios de octubre en un restaurante de moda en Lima, desatando un escándalo que ha golpeado la imagen del gobierno del presidente nacionalista Ollanta Humala en su esfuerzo de luchar contra la corrupción.
Chehade confirmó en la comisión de Etica del Congreso que la reunión ocurrió, pero negó que haya abogado por la empresa Wong en el tema de la azucarera Andahuasi.
"Yo no creo haber faltado a ninguna falta de ética", dijo Chehade en la comisión legislativa. "Pido disculpas, pero no he cometido delito, aunque sí me equivoqué (...) Fue una reunión social y netamente informativa, no conozco a los señores Wong. Tengo la conciencia absolutamente tranquila", refirió.
El funcionario ha afirmado que la denuncia en su contra se debe a una "venganza política" de uno de los generales que participó en la reunión y que después fue incluido en una gran purga promovida por el gobierno en la policía nacional.
El escándalo ha derivado en el primer escándalo político del Gobierno de Humala, quien goza de una popularidad del 62% con apenas tres meses en el poder.
Contradicciones. Humala ha marcado distancias con Chehade y ha dicho que apoyará las investigaciones del Congreso y la fiscalía para encontrar la verdad y sancionar si se comprueba algún delito.
En otra comisión legislativa, los tres generales involucrados otorgaron sus testimonios sobre el caso, algunos contradictorios en torno a la participación de Chehade.
El general retirado Guillermo Arteta afirmó que fue Chehade quien planteó el tema de la azucarera Andahuasi, alegando preocupación del gobierno por los capitales privados.
"No tengo por qué mentir, no puedo aceptar que se me tilde de mentiroso, sino no estuviera acá", dijo el Arteta.
El actual director de la policía nacional, Raúl Salazar, afirmó por su parte que en la cuestionada reunión de octubre se tocó el tema de la azucarera Andahuasi, pero que no se habló sobre el desalojo de la compañía o apoyo a la firma Wong.
Hasta el momento, representantes del grupo empresarial de la familia Wong no se han pronunciado sobre el caso.
El presunto caso de tráfico de influencias ha generado pedidos de renuncia del vicepresidente, pero su posible dimisión es aún incierto en el gobierno de Humala.
Chehade, también legislador y un abogado que investigó hace unos años casos de corrupción en el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori, fue defensor de Humala en un juicio de violación a los derechos humanos.
Una larga exposición mediática del tema podría poner fin a la luna de miel que disfruta Humala en las encuestas y crearía en la población una sensación de impunidad en casos de corrupción, muy sensibles en el país andino.