Omar Cheahade, segundo vicepresidente del país sudamericano, tomó la decisión este lunes en vísperas de una discusión en el Congreso para una acusación constitucional en su contra por acusaciones de tráfico de influencias.
Omar Chehade renunció este lunes a la segunda vicepresidencia del Perú, en medio de acusaciones en su contra por tráfico de influencias y en vísperas de una discusión en el Congreso para la aprobación de una acusación constitucional.
Chehade, quien suspendió sus funciones como vicepresidente mientras durara la investigación en su contra, se había negado a renunciar al cargo, pese a que el presidente Ollanta Humala sugirió que debía "dar un paso al costado" para facilitar las investigaciones a la que era sometido en la Comisión de Ética del Congreso y el Ministerio Público.
Aníbal Quiroga, experto constitucional, calificó la renuncia del hasta hace poco segundo vicepresidente de la República, Omar Chehade, como ‘la historia de una renuncia anunciada’ y consideró que la medida busca evitar el ‘descrédito’.
Chehade comenzó a ser investigado a mediados del 2011 por el Congreso y la fiscalía, luego de revelaciones de que se reunió con tres generales para supuestamente pedir una intervención policial a favor de un grupo empresarial local que mantiene una disputa por el control de una firma azucarera.
Chehade, un abogado que investigó casos de corrupción en el Gobierno del ex presidente Alberto Fujimori, fue cercano colaborador de Humala en la campaña electoral y también su defensor en un juicio de violación a los derechos humanos.
En Perú ya había un antecedente de renuncia de un vicepresidente. En el 2003, uno de los vicepresidentes del entonces mandatario Alejandro Toledo dimitió a su cargo luego de acusaciones de beneficiar con puestos públicos a su novia y firmar una ley a favor de la familia de ésta.
* Con información de RRPP, Reuters y Andina.