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Víctimas de abusos sexuales critican el papado de Benedicto XVI
Martes, Febrero 12, 2013 - 09:58

Bishops Accountability, un grupo de presión de EE.UU. dedicado a pedir que los obispos rindan cuentas, dijo que el Papa se había disculpado frecuentemente, pero que nunca adoptó acciones efectivas para rectificar "el daño incalculable" infligido a cientos de miles de niños por clérigos.

Roma, Reuters. El Papa Benedicto XVI deja el cargo sin haber podido acabar con los abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes ni con la cultura del secreto que fomentó un escándalo aún en marcha, dijeron grupos que representan a algunas de las víctimas.

Bishops Accountability, un grupo de presión de Estados Unidos dedicado a pedir que los obispos rindan cuentas, dijo que el Papa se había disculpado frecuentemente por el daño cometido por sacerdotes pero que nunca adoptó acciones efectivas para rectificar "el daño incalculable" infligido a cientos de miles de niños por clérigos depredadores.

"Las palabras de Benedicto XVI suenan a hueco. Habló como un transeúnte conmocionado, como si se acabara de topar con la crisis de abusos", dijo Anne Barrett Doyle, codirectora del grupo en un comunicado.

El virulento escándalo de abusos sexuales estalló mucho antes de que el entonces cardenal Joseph Ratzinger fuera nombrado Papa en 2005, pero ensombreció su papado desde el inicio, conforme salían a la luz más y más casos en diócesis de todo el mundo.

Cientos de víctimas divulgaron devastadores relatos de abusos sufridos a manos de religiosos, a veces durante años, que los dejaron con profundas heridas psicológicas.

El escándalo estalló en Boston en 2002 cuando comenzaron a surgir informaciones de encubrimientos sistemáticos de abusos sexuales, que consistían en cambiar a los párrocos de diócesis en vez de expulsarlos del cargo y entregarlos a las autoridades civiles.

La iglesia irlandesa también se vio sacudida por las revelaciones de años de abusos y negaciones en hogares infantiles, que llevó a un colapso de las relaciones diplomáticas entre Dublín y la Santa Sede.

Benedicto XVI habló de limpiar la "mugre" de la Iglesia justo antes de asumir el cargo en 2005 y posteriormente expresó "profundo remordimiento" por los daños. Pero la conmoción sentida en todo el mundo católico contribuyó a una hemorragia constante de miembros.

"Habló públicamente de la crisis más que su predecesor pero eso por sí solo no es ningún logro", dijo en un comunicado SNAP, otro grupo en defensa de las víctimas de abusos del clero.

"Simplemente fue porque las revelaciones de encubrimiento a los niveles más altos fue ampliamente documentada durante su mandato", explicó.

"NEGAR LA REALIDAD"

Sus críticos más acérrimos lo acusaron de complicidad directa en el encubrimiento, cuyo objetivo era proteger la imagen de la Iglesia de las acusaciones de abuso cada vez más directas.

"Su dimisión podría no llegar lo suficientemente pronto y debería estar acompañada por renuncias de la mayor parte de la jerarquía de la Iglesia Católica", dijo Ray Mouton, activista y autor de "In God's House", una novela basada en los abusos.

Como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe antes de su acceso al papado como Benedicto XVI, el cardenal Ratzinger fue responsable de investigar los casos de abusos y diseñar la respuesta de la Iglesia a la crisis desde 1981.

Ascendió al papado justo después de que una gran oleada de denuncias de abusos inundara su oficina, que trabajó con unos 3.000 casos de abusos sexuales entre 2003 y 2004.

Conservador estricto en otras áreas como su actitud hacia los homosexuales, el sexo fuera del matrimonio y el uso de condones, Benedicto XVI fue acusado de "una actitud hacia asuntos de la sexualidad que negaba la realidad" por el grupo eclesial liberal austriaco "Wir sind Kirche" (Somos iglesia).

El escándalo continuó durante todo su papado. El mes pasado, el ex arzobispo de Los Angeles, el cardenal Roger Mahony, fue despojado de todas sus actividades administrativas después de hacerse públicas varios miles de páginas de archivos que detallaban abusos.

Autores

Reuters