Los choferes impidieron el paso a los pocos autobuses que transitaban. Reclaman mejoras salariales, pero el foco del conflicto es el cambio del consejo que administra la Secretaría de Transportes.
Asunción. Una huelga de choferes paralizó este jueves el transporte público urbano en la capital paraguaya y hechos violentos contra los pocos autobuses que transitaban ameritaron la intervención policial, caldeando los conflictos durante el gobierno del presidente Fernando Lugo.
La medida, que se extendería por cinco días, es la primera contra el mandatario socialista, quien convocó nuevamente a los sindicatos para negociar el levantamiento de la huelga que afectó al área metropolitana de Asunción, que concentra a una quinta parte de la población total del país.
Paraguay no tiene metro ni trenes por lo que el único medio de transporte público son los autobuses, de propiedad privada pero controlados por la Secretaría de Transporte del Area Metropolitana (Setama), integrada por representantes de las empresas, el gobierno, municipios y sindicatos.
Los huelguistas se concentraron en dos puntos de acceso a Asunción desde donde impidieron el paso a los pocos autobuses que transitaban repletos de pasajeros y atacaron con piedras a varios vehículos, provocando la huida despavorida de usuarios y la intervención de la policía que reprimió a los agresores.
Más de 30 personas fueron detenidas acusadas de llevar a cabo actos vandálicos, dijo el comisario Obdulio Diarte.
La huelga hizo que muchos paraguayos acudieran a sus puestos de trabajo en sus automóviles o motocicletas, lo que volvió al tránsito mucho más caótico que de costumbre. Otros optaron por caminar y muchos comercios del centro asunceno tenían cerradas sus puertas.
Los choferes reclaman mejoras salariales pero el foco del conflicto es el cambio del consejo que administra Setama.
El gobierno sostiene que ya no tiene atribuciones para volver a intervenir la entidad como quieren los sindicalistas y que el problema está ahora en manos del Congreso.
"Apelamos a la conciencia de los dirigentes de que estos hechos (violentos) no se registren, que se manifiesten dentro del marco de la paz. Nos comprometemos a seguir gestionando (las exigencias) pero no es necesario recurrir a la violencia", dijo el ministro de Trabajo, Humberto Blasco.
La del jueves es la primera huelga de transporte que enfrenta Lugo, quien transita con dificultad su segundo año de mandato por sus constantes roces con el Congreso de mayoría opositora y sus enfrentamientos con el vicepresidente.