El ministro de Salud argentino recordó al alcalde conservador que "hasta en las guerras los hospitales son espacios protegidos", mientras que el legislador oficialista Remo Carlotto tildó de "acción criminal" la represión de la Policía Metropolitana.
El violento desalojo de un hospital psiquiátrico de Buenos Aires, que dejó este viernes decenas de heridos, entre ellos médicos, enfermos y periodistas, ha desatado una nueva tormenta política entre el Gobierno de Cristina Fernández y el opositor alcalde de la capital argentina, Mauricio Macri.
En declaraciones a los medios, el jefe de Gabinete de Ministros, Juan Abal Medina, criticó que "ante cada conflicto en la ciudad, se ve un accionar violento de la (Policía) Metropolitana" y señaló que "es una muestra de cómo Macri concibe el mundo, la política y la sociedad".
El ministro de Salud argentino, Juan Mansur, recordó al alcalde conservador que "hasta en las guerras los hospitales son espacios protegidos", mientras que el legislador oficialista Remo Carlotto tildó de "acción criminal" la represión de la Policía Metropolitana.
Macri justificó la actuación de las fuerzas del orden y señaló que "intentaron evitar que volviese la violencia" después de que "durante una hora y media un grupo de violentos agredió una y otra vez a la policía".
En rueda de prensa, el alcalde porteño llamó a "no ceder ante los violentos" y remarcó que "no es normal esta sociedad" en la que "se ve normal tirar piedras a los policías".
Macri evitó contestar sobre las graves heridas provocadas a médicos y periodistas por las balas de goma lanzadas por la policía, pero el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, indicó que "si hubo algún exceso por parte de la policía, se va a investigar".
Los incidentes comenzaron a primera hora de la mañana, cuando un grupo de trabajadores del psiquiátrico José Borda, ubicado en el barrio de Barracas de la capital argentina, trataron de impedir la demolición de un taller destinado a la rehabilitación de enfermos mientras los policías, unos 300 según medios locales, bloqueaban el acceso a las instalaciones.
Ante la insistencia de los empleados, las fuerzas de seguridad respondieron disparando balas de goma, gas pimienta y gases lacrimógenos, informó la agencia oficial Télam.
La vicejefa del Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, admitió que "no había orden de desalojo", pero agregó que el taller "estaba vacío desde hace seis meses".
Entre las múltiples voces que se escucharon este viernes contra la represión policial sobresalió la del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
"Repudiamos la salvaje represión que realizó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y su Policía Metropolitana a los médicos, enfermeros, legisladores, militantes y periodistas en el Hospital Borda", denunció Esquivel a través de un comunicado.
Esquivel subrayó que es "una vergüenza" que Macri "diga que la policía reprimió para proteger a los trabajadores que reclamaban el derecho de todos a la salud pública".
El jefe de servicio del hospital Borda, Guillermo Honig, acusó al alcalde porteño de intentar "sostener sus negocios inmobiliarios y personales".
El conflicto por la demolición del Taller Protegido 19 comenzó el año pasado, cuando el Gobierno porteño decidió construir allí un Centro Cívico gubernamental.
Según Vidal, el proyecto "fue votado y convalidado por cuatro de los cinco gremios que tienen representación entre los trabajadores del hospital" y sólo fue rechazado por los afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), a los que acusó de generar los disturbios.
La ATE ha convocado un paro nacional para el próximo martes "en defensa de lo público".
El Hospital Borda es el psiquiátrico más famoso del país porque desde hace veinte años, sus internos llevan adelante la primera emisora del mundo hecha por enfermos psiquiátricos.
En el centro se desarrollan, además, otras actividades culturales por las que los pacientes han llegado incluso a exponer sus propios cuadros en galerías de la ciudad.