La prensa germanoparlante analiza detenidamente la visita del presidente Barack Obama a Cuba. Asimismo advierte de posibles obstáculos para el incipiente deshielo entre la isla y la potencia norteamericana.
El periódico alemán Süddeutsche Zeitung destaca el valor “histórico” de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Cuba. “Su visita pone fin a una situación absurda. Estados Unidos y Cuba vivían en una extraña simbiosis. Washington solo podía justificar su testaruda política de boicot y embargo hacia Cuba, que más bien afectaba a la población que a los funcionarios rojos, argumentando que en La Habana vivía un grupo de comunistas presuntamente peligrosos. Por otra parte, Castro y su séquito justificaban su aferramiento al poder y la represión en el país alegando que solo ellos podían plantar cara a los gringos”.
La visita de Estado de Obama a Cuba desenmascara ambos argumentos como un mito pasado de moda, concluye el Süddeutsche Zeitung.
“El embargo económico es absurdo“, sostiene el rotativo berlinés Der Tagesspiegel. “Obama entendió que a través del comercio y los contactos personales se pueden alcanzar mayores cambios en la isla comunista que por medio de la presión. Obama es una persona pragmática, no un ideólogo. Comprendió que los regímenes autoritarios necesitan a un enemigo para sobrevivir. Hoy día, Obama es más popular en Cuba que los Castro”, sostiene este medio.
“Ahora le toca a Castro”. “El mejoramiento de las relaciones entre ambos países se debe sobre todo a la iniciativa de Obama. Ahora le toca a Castro. Debe demostrar que también él toma en serio los cambios. El presidente Obama no ofrece su mano sin interés personal. Dicta su herencia y quiere pasar a la historia como el presidente que logró poner fin a dos generaciones de hielo entre EE. UU. y la isla caribeña. No le queda mucho tiempo. En diez meses el presidente número 45 ocupará la Casa Blanca y probablemente no se interese mucho por Cuba”, escribe el diario digital Tagesschau.
Por su parte, el periódico austríaco Der Standard señala que con su visita a la isla caribeña el presidente de Estados Unidos no solo busca sellar la paz tras más de cinco décadas. “Su paseo por La Habana, una ciudad aún comunista y, al mismo tiempo, sedienta de inversiones capitalistas, es señal del suave, pero triunfal regreso de Estados Unidos y sus ideas de mercado y de democracia a toda América Latina”.
Asimismo, Der Standard advierte que si los estadounidenses eligen presidente a Donald Trump, el deshielo podría terminar más pronto de lo esperado.
¿Más que una visita simbólica? Según el rotativo suizo Neue Züricher Zeitung, la visita de Obama tiene sobre todo un carácter simbólico, por lo que no se puede esperar que contribuya a resolver todas las diferencias entre la potencia norteamericana y el vecino caribeño.
“Obama quiere pasar a la historia como el presidente que hizo a un lado los últimos vestigios de la Guerra Fría. Para que esto no pase inadvertido en el ajetreo de la campaña electoral, Washington planeó una visita temprana y echó por la borda las demandas que planteó a Cuba en diciembre sobre avances en materia de derechos humanos y muestras de libertades políticas”, sostiene el medio suizo.