El gobierno de Obama busca terminar con la política de “no pregunten, no digan” que hoy rige a las instituciones castrenses en el caso de los homosexuales.
Washington. El presidente Barack Obama y funcionarios de alto rango de la Casa Blanca instaron el miércoles a legisladores a aprobar este año una medida que permitiría que hombres y mujeres homosexuales sirvan en el Ejército estadounidense declarando su condición.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que la Cámara alta votaría sobre una medida para poner fin a la política "No pregunten, no digan" del Pentágono luego del receso del Día de Acción de Gracias.
"Nuestro Departamento de Defensa apoya la revocación de esa política como una manera de construir nuestras fuerzas armadas integradas por voluntarios", dijo Reid en un comunicado.
"Necesitamos revocar esta política discriminatoria para que cualquier estadounidense que quiera defender nuestro país pueda hacerlo", agregó la declaración.
Obama se comprometió a eliminar la política, adoptada en 1993, pero el fuerte avance de los republicanos en las elecciones del 2 de noviembre ha aumentado las dudas respecto a si su promesa podrá cumplirse una vez que asuma el nuevo Congreso en enero.
Una medida para poner fin a la política fue aprobada por la Cámara de Representantes pero se estancó en el Senado.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo que Obama llamó al demócrata Carl Levin, presidente de la comisión de servicios armados del Senado, para reiterarle su apoyo a que la medida sea aprobada antes de fin de año por el Congreso saliente.
Si el Congreso no actúa sobre el asunto antes de enero, podría ser difícil que Obama consiga que los legisladores levanten la política en 2011 porque los republicanos, que en su mayoría se oponen a esto, controlarán la Cámara baja.