El presidente del gobierno español dijo que la convocatoria a elecciones anticipadas, programadas originalmente para marzo de 2012, ayudaría despejar la incertidumbre política y económica en el país.
Madrid. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció este viernes un adelanto de las elecciones generales desde marzo de 2012 al próximo 20 de noviembre, en un contexto de fuertes tensiones en los mercados y entre presiones en su partido tras recortar la distancia en los sondeos con el Partido Popular.
En una multitudinaria rueda de prensa tras filtrarse su intención, Zapatero argumentó que el adelanto electoral pretende "proyectar certidumbre política y económica sobre los próximos meses" y adelantó que antes de la disolución de las Cortes el Ejecutivo aprobará el próximo 19 de agosto nuevas medidas de recaudación y contención de costes para garantizar los objetivos de déficit.
Una fuente con conocimiento de la situación dijo que Zapatero había cedido a los deseos de su partido y del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que desde su designación como aspirante ha recortado siete puntos de distancia en los sondeos contra el favorito Partido Popular.
Otra fuente próxima al Gobierno dijo que, además de los sondeos, "la previsible mejora de las tasas de paro en los próximos meses" también favorecería al candidato socialista, aunque Zapatero aseguró que su decisión ha sido de carácter "personal".
"Siempre escucho a todas las personas (...) La decisión es mía, muchas de las cosas las tengo pensadas desde hace tiempo", sentenció ante reiteradas preguntas de la prensa.
El Partido Socialista se encuentra prácticamente solo en el Parlamento y en las recientes elecciones autonómicas y municipales sufrió un duro revés al perder algunos de los bastiones que controlaba históricamente. El adelanto electoral implicará que la aprobación de los complicados presupuestos de 2012 correrá a cargo del nuevo gobierno.
El candidato del PP, Mariano Rajoy, reaccionó con satisfacción a un anuncio que consideraba que respondía a un clamor popular y acusó a Zapatero de ser demasiado optimista en su discurso sobre una economía supuestamente encauzada hacia la recuperación.
La decisión de Zapatero supondrá la celebración de la jornada electoral el 20 de noviembre, popularmente conocido en España como el "20-N" por el aniversario del fallecimiento de Francisco Franco, una fecha que tradicionalmente moviliza a la ultraderecha y pone todavía de manifiesto la pervivencia de "dos Españas".