Fernández indicó que el Poder Judicial se lanzó al terreno de la política, tras convocar una marcha cuyo propósito es hacer presión para que se aclare la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Buenos Aires. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, dijo este sábado que el Poder Judicial se lanzó al terreno de la política tras convocar a una multitudinaria marcha esta semana para pedir justicia por la misteriosa muerte de un fiscal que acusó a la mandataria de encubrir un atentado antisemita.
Se trata de las primeras declaraciones de Fernández tras la manifestación del 18 de febrero -conocida como #18F-, cuando decenas de miles de argentinos marcharon en silencio bajo la lluvia por el centro de Buenos Aires, en una protesta que se replicó en ciudades del interior del país e incluso en lugares del exterior.
"'18F', el bautismo de fuego del Partido Judicial (...) El verdadero hecho político e institucional de la marcha lo constituye la aparición pública y ya inocultable del Partido Judicial", escribió Fernández en redes sociales.
"La inédita convocatoria de fiscales con el apoyo de no pocos jueces, a una marcha a la que decían se convocaba para reclamar 'justicia' por la muerte del fiscal (Alberto) Nisman, algo realmente tan insólito como sería una convocatoria de ministros del Poder Ejecutivo reclamando una mejor 'gestión de gobierno'", agregó con ironía la mandataria.
La manifestación -una de las mayores que haya enfrentado Fernández en sus siete años de gestión- fue convocada por un grupo de fiscales y rápidamente recibió la adhesión de la oposición, en medio de la tormenta política que sacude al Gobierno desde la muerte del fiscal Nisman hace un mes.
La marcha, a la que asistieron los principales referentes de la oposición aunque sin portar banderas políticas, fue duramente criticada en los días previos por las autoridades federales, que consideraron que sólo buscó desestabilizar al Gobierno.
La llamada "Marcha del Silencio" abarcó protestas en otras ciudades de Argentina e incluso en otros países, como Chile, Estados Unidos o Israel, luego de que la convocatoria fuera difundida por diversos sitios de internet.
"En definitiva: tanto en lo gestual como en las palabras y en lo ostensiblemente visible, el '18F' fue decididamente una marcha opositora, convocada por fiscales y apoyada por jueces y todo el arco político opositor", remarcó Fernández en sitios personales de redes sociales.
Nisman apareció con un disparo en la cabeza en su lujoso departamento de Buenos Aires un día antes de presentar ante diputados la acusación que había hecho contra la presidenta Fernández y su canciller, Héctor Timerman, de encubrir un ataque antisemita de 1994 en el que murieron 85 personas.
Aunque la hipótesis más fuerte es que pudo haber sido un suicidio, no se ha descartado que fuera producto de instigación o que se tratara de un homicidio, en medio de una trama que involucra a los servicios de inteligencia, a los que el Gobierno culpó de la muerte de Nisman.
Actualmente son pocos los argentinos que creen que el fiscal se haya suicidado.
El Gobierno y varios expertos han señalado que la denuncia de Nisman no era consistente y que en gran parte fue guiada por el agente de inteligencia Antonio Stiuso, que estaba distanciado de la administración desde hacía años. La investigación continúa ahora en manos de otro fiscal.
Nisman había acusado a ciudadanos iraníes de planificar el ataque a la mutual argentina-israelita AMIA y consideró que un acuerdo de hace dos años entre Argentina e Irán para investigar el atentado -que finalmente nunca se implementó- buscaba encubrir a los verdaderos responsables del hecho.
El Gobierno ha acusado a los servicios de inteligencia de haber impulsado la denuncia de Nisman -con el fin de derribar definitivamente el acuerdo con Irán- y promovió un cambio en la agencia, que actualmente está siendo tratado por el Congreso.